viernes, 30 de mayo de 2008

Llueven ostias...

Últimamente parece que hay alguien haciendo vudú en un muñequito con mi jeta (o sobre un mocho, que para el caso es lo mismo).

Tengo un catarro maravilloso, al que no le viene bien el humo de los bares. Anoche alguien se fumaba un peta junto a mí, y tuve que decirle que el próximo lo hiciera mentolado, a ver si me despejaba las vías además de las neuronas.

Encima, cuando terminas de actuar, pues a veces charlas con la gente, con ruido de música, a grito limpio y sumergido en la niebla tóxica. Así que he amanecido con voz de Sabina de resaca, y tosiendo como un fumador (sin serlo).

A todo esto, tengo mi coche desde hace una semana en el taller Y TODAVÍA NO LE HAN METIDO MANO!! Y eso que tengo el seguro a todo riesgo... a lo mejor es que lo entendí mal, y quiere decir que yo asumo todo el riesgo. Por supuesto, he llamado para no renovar con ellos.

Si a todo esto le sumo algún que otro quebradero de cabeza (con el que no os voy a aburrir), el resultado es cojonudo. Así que lanzo una propuesta: ¿Alguien quiere venir a darme por el culo y culminar así una bonita semana? ¡Pero ojo! ¡Sin disfrutarlo! (mariconadas las justas...)

domingo, 25 de mayo de 2008

Hogar dulce hogar

O como diría un friki: en ninguna parte como en 127.0.0.1

Desde que el jueves por la noche volví a casa después de actuar en Tres Cantos, sólo he salido un rato el viernes (para acompañar a mi cuñado a comprar una tele). Así que llevo bastante tiempo aquí metido. Y no tengo muchas perspectivas de mejora en ese sentido, porque se avecinan tiempos de mucho curro, y yo curro en casa.

A corto plazo se me viene encima una movida un poco jodida (tecnológicamente hablando), justo en un momento en que necesito tiempo para mis historias. Supongo que esto va a ser así mucho tiempo, pero es el precio de querer estar en todo.

Al principio, cuando tenía una actuación al mes, era diferente. Pero en las últimas semanas he tenido la oportunidad de subirme a un escenario cinco o seis veces en un plazo de 11 días. Y lo malo de esto, es que le coges el gusto al ritmillo, y de repente parece que viene un parón (si nada lo remedia). Sea como sea, mañana a primera hora tengo que dejar mi coche en el taller, y luego volver a casa porque tengo un marrón importante que solucionar, y que me da en la nariz que me va a absorber mucho. Menos mal que a partir del 15 de Junio empieza la jornada intensiva, y al menos las tardes las tengo libres (en principio).

Encima, tengo pendiente mi proyecto de fin de carrera. En realidad lo tengo pendiente desde hace mucho, pero es ahora cuando quería terminarlo de una bendita vez, y de nuevo parece que me relajo. Esto me cabrea...

Creo que ha llegado la hora de moverme, porque hasta ahora he sido más bien pasivo, y me he dedicado a verlas venir. Empiezo a sentir la necesidad de avanzar, y cada vez tengo más claro que solo hay una forma de hacerlo.

jueves, 22 de mayo de 2008

Humor italiano

Berlusconi es la ostia.

Ahora resulta que la delincuencia en Italia existe por culpa de los inmigrantes. Debe ser que la mafia en Italia ahora se dedica a obras benéficas. El tipo se ha currado una ley que va a largar del país a todos los inmigrantes que no tengan papeles, y le pondrá multas a los que les alquilen pisos.

Si yo viviera en un país donde la renta per cápita es miserable, donde no hubiera oportunidad de tener un trabajo digno, donde el hambre matara a mis vecinos, y donde las noticias que llegaran de Europa fueran imágenes de McDonalds y gente com MP3 en los bolsillos y coches caros, haría exactamente lo mismo que hacen ellos: las maletas

Seguramente, trataría de cruzar la frontera, y luego intentaría buscar un trabajo, de lo que fuera, porque seguro que sería menos jodido que lo que ya habría vivido. Con un poco de suerte, en un tiempo conseguiría papeles, y podría ir tirando para mantener a mi familia, y en un plazo razonable, conseguir un nivel de vida que jamás habría conseguido en mi país.

Pero gracias a Berlusconi, desde que pusiera un pie en Italia, me habría convertido en un delincuente. Qué ironía que sea Berlusconi el que tache de delincuentes a millones de personas que solo buscan un poco de comida y cobijo. Por supuesto que hay delincuentes entre los inmigrantes, pero muchos de ellos lo son empujados por la miseria, y no por la avaricia, como otros que se dedican a inventarse leyes absurdas y vivir la vida padre.

Y mientras tanto, Europa se dedica a mirar, como el que ve una peli en DVD, y piensa: ¡Mira lo que ha hecho este tipo! ¡Qué bribón! ¡jajaja! ¡Este Berlusconi...!

Y me juego algo a que alguno incluso se ha planteado imitarle, ahora que hay precedentes. Y digo yo ¿No es más fácil lanzar un puñado de bombas y exterminarlos a todos? ¡Si vamos a ser unos hijos de puta, seamoslo a lo grande, joder! Lo que no vale es intentar establecer valores morales y luego buscar grietas para hacer lo que realmente interesa: deshacerse de los problemas en vez de solucionarlos.

De Berlusconi al fin y al cabo es algo que te esperas... veremos quién más le ríe la gracia.

martes, 20 de mayo de 2008

I can't take my eyes off of you

Estaba haciendo zapping mientras comía, y me topé con uno de esos canales que ponen vídeos musicales. Y estaban echando este:



Hacía tiempo que no escuchaba a Damien Rice. Esta canción es una de mis favoritas, y mira que es triste...

lunes, 19 de mayo de 2008

La Ruleta de la Fortuna

Que la vida es impredecible es un hecho. Uno nunca tiene ni la menor idea de lo que va a pasar en los cinco minutos siguientes, o en media hora, o en una semana. Muchas veces pasamos nuestro tiempo inmersos en una inercia cotidiana que nos lleva sin pena ni gloria, girando detrás del minutero sin ser conscientes de ello.

Pero a veces suceden cosas, y son como muescas en esa línea, como baches que te hacen rebotar y despertar de ese letargo, y darte cuenta que la vida es finita, que tienes muchas cosas por hacer y que a lo mejor, solo a lo mejor, no estás aprovechando tu tiempo como deberías.

Hoy me he enterado de que Kiko, de Gran Hermano, puede tener cáncer de páncreas. No es algo que debiera ser extraño, sucede cada día a mucha gente esto de que le trunquen su cotidianeidad de repente, sin venir a qué. Pero es cuando le sucede a gente que te es familiar, aunque sea televisivamente, cuando te paras a pensar que te podría ocurrir a ti. Tiene 31 años, y eso lo hace más brusco, si cabe.

Por supuesto, quiero mandar un abrazo desde aquí a este chaval (porque es un chaval), y desearle que se recupere. Estoy convencido de que cojones no le faltan para esta batalla. Porque lo que tiene por delante es una batalla, y bastante jodida.

No es que me caiga especialmente bien. Tampoco especialmente mal. El que me conozca sabe que considero a Gran Hermano como un nido de parásitos sociales, aunque reconozco que si ha sabido mantenerse en ese mundillo después de tantos años, será que algo sabrá hacer. Porque en esta vida, muchas veces las cosas no son lo que parecen, y a menudo los talentos (del tipo que sean) surgen donde menos lo espera uno, y se conoce que hasta para dar caña hay que valer. Digo yo que será así, cuando él ha seguido ahí y otros no.

Sea como sea, me da que pensar. Si creyera en Dios, le daría gracias por cada uno de los minutos que disfruto. Pero no es el caso, así que lo único que puedo hacer es tratar de ser consciente de quién soy, dónde estoy, y qué quiero hacer con mi vida. Parece sencillo, pero seguro que se me vuelve a olvidar... de hecho creo que es un recurso que tenemos, para sobrevivir cada día a la locura de saber que el tiempo corre, y de qué manera...

lunes, 12 de mayo de 2008

Visita

Estos días tengo un invitado en casa. Se llama Boris, y aunque al principio no hizo muy buenas migas conmigo, mis dotes de persuasión y un par de capítulos de "El encantador de perros" han hecho que la cosa cambie.



Este es Boris... parece poca cosa, pero tiene unos huevos que ya los quisiera más de uno.

Parecidos... ¿Razonables?

Resulta que un gracioso me ha dicho que en esta foto:



Me parezco a esta ardilla:



Lo que tiene uno que aguantar...

sábado, 10 de mayo de 2008

Y yo mirándome el ombligo

Últimamente no termino de concentrarme en lo que se supone que debería concentrarme. Tengo muchas cosas pendientes, y aunque las perspectivas son buenas, mi costumbre de meter en mi mochila los libros de los demás empieza a sobrecargarme la espalda.

De hecho ya estoy un poco cansado de muchas cosas. Empiezo a sentirme gilipollas, y me doy cuenta de que el problema soy yo. La solución está delante de mis narices desde hace mucho: tengo que aprender de aquellos a los que juzgo, porque su actitud debería ser la mía en algunas ocasiones. Esto podría parecer un poco críptico, pero si lo leen las personas adecuadas, a lo mejor lo entienden. Pero por aclarar algo las cosas, solo diré que llevo demasiado tiempo haciendo de Cristo. Demasiado tiempo para un ateo. Y no hablo de mi look. Resumiendo: soy imbécil.

Pues en estas estaba, cuando me ha dado por jugar a las comparativas, y he puesto mi mierda encima de la mesa. Es cierto que tengo cosas en mi vida que me están tocando un poco los cojones, pero también tengo muchas otras que no estoy disfrutando, porque estoy más concentrado en lo de siempre, pastorear. Y es un error.

Pero es que mientras escribo estas chorradas, hay más de 20.000 muertos en Birmania, y muchos más desaparecidos. Gente que las está pasando muy putas, mientras yo estoy aquí sentado, con mi portátil, mi escritorio, mi cafelito y mis "penas". Sé que a cada uno le escuecen sus propias heridas, pero a menudo hay que ser un pelín objetivos. Tengo mucha suerte, mucha. Tengo opciones, y tengo ganas de hacer cosas. Y las voy a hacer. Hay días que siento cierta vergüenza de mis propios quejidos. Supongo que es normal, y seguramente volveré a caer en lo mismo, uno no puede negar su propia naturaleza. Eso sí, intentaré controlarme todo lo que pueda.