Ayer estuve en el Triskel
Fue curioso, la verdad. Llevaba un tiempo queriendo ir, pero es que no recordaba el nombre. En su día me lo recomendaron, durante una actuación de los monologuistas de Paramount en el Irish Corner, hace unos cuantos meses ya, pero hasta ayer no pude ir. Supongo que si me hubiera planteado investigar, habría dado con el nombre del garito en cuestión, pero tampoco he tenido tiempo de hacerlo. Como para casi todo, siempre la carencia de tiempo... ¿Tendré que empezar a dormir menos?
Al principio me pasó lo de siempre: un ligero bajón, al comprobar las dificultades de esta profesión. Uno se fija en los demas, y se da cuenta de que el camino es igual de duro para todos, lo que pasa es que mientras les miras el culo a ellos, todo lo que eres capaz de ver es que estas muy por detrás.
Pero empezó la noche y poquito a poco fuimos entrando en calor. Durante una fracción de segundo, dudé si aceptar la invitación a subir al escenario, pero como siempre, al final decidí que aun no era el momento adecuado. Pero me faltó el pelo de un calvo para levantar el culo de la banqueta. Era como si de repente tuviera aún más claro que soy capaz de hacerlo, pero no lo hice.
Supongo que lo que en realidad me detuvo fue la ausencia de un material que me satisfaga de verdad. Asi que el primer paso, el mas importante, es dar una forma lo mas redondeada posible a lo que tengo, y salir (cuanto antes) a que le de un poquito el aire... aunque sea sobrecargado de humo.
Siento que se acerca el momento, ayer pude casi tocarlo con las manos, y empiezo a sentir el émbolo que más fuerza ha ejercido sobre mí durante toda mi vida: el de la frustración. Y es que justo ayer por la tarde estuve viendo los resultados de los monólogos del vino, y volví a sentir el cabreo que ya sintiera cuando se acabó el plazo de entrega, mientras yo lo veía llegar sentado frente a mi PC, trabajando por supuesto, pero en otras cosas (la historia de mi vida).
Nadar y guardar la ropa. Esa ha sido siempre mi actitud. Imagino que la mayoria de la gente pensará que es la actitud correcta, y eso me incluye en realidad, pero también soy consciente de que el resultado de esa actitud sin duda será siempre bueno, pero nunca óptimo.
Ya ha pasado demasiado tiempo, demasiadas excusas, demasiados tira y afloja conmigo mismo. Y como una vez me dijera mi maestro de kárate: "o polla dentro, o polla fuera".
Y tenía toda la razon, que para eso es maestro...
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