Este es el título del libro en el que Sánchez-Dragó afirma, sin escrúpulos, que es un pederasta:
"En Tokio, un día, me topé con unas lolitas. Pero no eran unas lolitas cuelesquiera, sino de esas que se visten como zorritas. Con los labios pintados, carmín, rímel, tacones, minifalda...tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas empezaron a turnarse, mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba".
Me ahorraré los insultos hacia este hombre, por lo ineficaces. Lo que más patético me parece, es que él no solo se jacta de este tipo de acciones (que vete a saber si son ciertas, o el resultado de un mal viaje), sino que a menudo considera que la gente le envidia. Cree que él tiene la suerte de haber vivido una serie de experiencias, y que el resto de los mortales somos unos tristes conformistas, en su mayoría víctimas de una moralidad que frena unos sentimientos que él ha conseguido liberar.
Por supuesto, todo esto viene en un envoltorio literario, con nombres de filósofos, escritores, alguna pincelada de historia y mucha verborrea. Parafraseando al magnífico Paco Calavera, es como coger una mierda y bañarla en oro.
Yo no entiendo tanto de literatura, ni de filosofía, ni he viajado tanto como el señor Dragó. Pero no necesito nada de eso para saber que gente como él sobra en este planeta.
No voy a comprar ese libro. Espero que poca gente lo haga. De hecho, espero que nadie compre nunca un libro de este personaje que, está tan pagado de sí mismo, que no es consciente de lo repugnante que resulta.
Si creyese en la reencarnación, dejaría de comer jamón el mismo día en que mueras, por si acaso... porque no te trago.
martes, 26 de octubre de 2010
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9 comentarios:
Totalmente de acuerdo...y no es la primera ni última parida que dice este "personaje", por llamarlo de alguna manera.
Saludos
Te recomiendo leer la explicación que ha dado hoy en "El Mundo" y no creer a pies juntillas todo lo que se dice por internet, porque sinceramente creo que te estás equivocando.
Con todo mi respeto, Salomón, pero no es bueno juzgar sin dejar que el acusado se defienda. La realidad es muy diferente a lo que han contado algunos medios como "Público" o "La Sexta" con clarísimas intenciones. El tipo será gilipollas, pero de ahí a las cosas que han dicho esos medios va un abismo. Ni pederasta ni nada remotamente parecido. Repito: mejor leer las explicaciones que da Dragó y juzgar con toda la información.
Por lo menos esa es mi opinión.
Hola, Anonimo.
Lo leí esta mañana. Me pillas sin ordenador, pero en cuanto pueda me gustaría hacer una nueva entrada al respecto de lo que comentas.
Gracias por comentar. Un saludo!
Salomon
Hola José Ramón. Soy en mismo anónimo de antes.
Quería comentar que con la explicación de Dragó en "El Mundo" no creo que mejore tu opinión sobre él, desde luego. Sigue diciendo alguna barbaridad, podrás seguir pensando que es un bestia, un machista, engreído, chulo, bacilón, creído. Muchas cosas, pero desde luego no pederasta. Esa es una acusación tremendamente grave que no se debe usar a la ligera.
Yo tenía un blog, y ¡menuda cantidad de veces posteé en caliente! ¡las cosas que dije de Almudena Grandes, Calleja, Aído y alguno que otro de los de la ceja! Muchas veces no cambiaba de opinión (sigo pensando que Almudena Grandes merecería acompañar a Dragó en esa incineración pre-morten...), pero sí que habría preferido escribir de un modo un poco más moderado y sin dejarme llevar. Por eso lo dejé, aunque sirve de terapia para exteriorizar las barbaridades que tenemos que leer cada día, te calienta demasiado.
En fin, un saludo de un lector y un abrazo de alguien que te tiene mucho cariño desde que compartió contigo tirones de patilla de Don Antonio y collejas de Don Santiago en el Solís ;-D
no, pederasta no es; es pedofilo.
que a nivel de mierda no hay mucha diferencia.
y no es una acusación, creo.
Es una patetica realidad, sobre un invecil, que cuenta una barbarie.
No se si real o ficticia; pero en su asqueroso cerebro ha existido. Paso, voy al wc a vomitar... no se si de forma real o ficticia.
Creo que algunas de las afirmaciones que aquí se hacen están hechas desde un sospechoso oportunismo: criticar a Sánchez Dragó mola. Me entristece que precisamente un cómico de altos vuelos, como lo es Salomón, caiga en interpretar literalmente un texto literario. Sobre todo, porque más de una vez le habrá pasado que han interpretado de manera tremendista e injusta alguna de sus líneas de sus monólogos, con ese sentimiento entre la tristeza y la rabia que produce haber sido malinterpretado, y creo que él, más que otras personas, debe ser más justo y riguroso en sus críticas. No me cabe la menor duda que al menos se lo replanteará.
Algún otro que opina habla un idioma que no entiendo, donde hay expresiones como "invecil" y niveles de cognición que no alcanzo a inteligir.
Hola Anónimo.
Te invito a que leas el siguiente post al respecto (el más nuevo).
Lo de "literario", y lo de "interpretar", creo que no es exactamente así, pero no es lo que más me preocupa.
Yo soy cómico, como dices (no de altos vuelos, creo, pero cómico). Y creo que en ningún momento hay que confundir hacer comedia (que se supone que se hace en un contexto en el que, en principio, la gente debería entender que está ante un guión ficticio), con el hecho de contar una historia como esta, y venderla como una anécdota. Si me vas a decir que el libro de Dragó, es un libro cómico y ficticio, pues genial. Como digo, te invito a que leas el post nuevo.
No me considero oportunista, aunque entiendo que tú sí lo hagas. Lo que no alcanzo a pillar es lo de "sospechoso". ¿Sospechoso de qué? ¿Qué beneficio obtengo yo de criticar a Dragó? ¿Me van a contratar en "El Intermedio"? No lo creo...
Sobre lo que dices de malinterpretar mis líneas, es cierto que me parece absurdo que haya gente que viendo un monólogo de comedia, lo considere un alegato, un discurso, o una declaración de intenciones. Te remito a lo que dije en su día: yo veo en el teatro a un actor haciendo de asesino, y no llamo a la policía.
Respecto a los niveles de cognición de la gente que opina en mi blog, te diré que prefiero a gente que escribe con faltas, que a la gente que alardea de exquisitez literaria, y que luego la emplea para decir sandeces.
Y para terminar, siempre estoy abierto a replantearme las cosas. Considero que es un acto de reciclaje, aprendizaje y mejora. Pero te advierto que en lo que a este asunto se refiere, mantengo mi opinión de que Dragó, como mínimo, se ha equivocado.
Un saludo
Hola Salomón.
Solo comentarte que el anterior anónimo no era yo. Espero que por la forma de expresarse no nos habrás confundido, pero por si acaso... Que esto de no loguearse tiene estos inconvenientes, que nos podemos hacer un lío.
Por cierto, me ha encantado tu último post. Cuando tenga tiempo te daré mi opinión más en detalle, pero con tres críos el tiempo escasea una barbaridad.
Un abrazo,
M.B.
Hola MB :o)
Por algún motivo, sabía que eras tú. No te preocupes, porque no os he confundido.
No obstante, me gusta que el blog sea un lugar donde se respeten todas las opiniones. Los únicos comentarios que no publico son los que contienen insultos gratuitos, y de momento creo que nunca he tenido que eliminar un comentario por ese motivo.
Un abrazo!
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