Ayer estuve en Valladolid.
En realidad en Boecillo, en el parque tecnológico, en una reunión bastante divertida (no es un eufemismo). Lo cierto es que me lo paso bien en este tipo de eventos. Eso sí, las consecuencias de este tipo de reuniones suelen significar trabajo.
Y esta mañana he formalizado por fin mi viaje, mis vacaciones, mi salvación... Si todo sale según lo previsto, pasaré en este hotel unos cuantos días de descanso. Además, siendo de la tierra del viento de levante, los huracanes a mí me la traen al pairo. Vamos, que sea como sea, me piro a México, a la Riviera Maya. Es lo que hay...
Bien lo sabe Dios, que el tequila no es precisamente el santo de mi devoción, pero soy persona de adaptarse a las costumbres locales de los sitios que visito, así que tampoco me gustaría ser descortés, por lo que seguramente termine chupando algún que otro limón.
Pero todo esto será a partir del 30 de septiembre, así que hasta ese momento seguiré haciendo lo que me toca: currar como un pringao. Me pregunto que sería de todo esto si me diera por rendirme al absenta... seguramente nada. ¡Para eso se inventaron las copias de seguridad!
Y a ratitos quisiera ser sordo...
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3 comentarios:
Serás hijoputa!!!
Menudo hotelazo cabrón!!!
Sol, playa y tequila... ¿quién da más?
Pues falta me va a hacer...
Estoy acumulando una cantidad de cansancio que lo flipas. Esta noche tengo que actuar, y no las tengo todas conmigo, porque estoy pasando más tiempo en la oficina que la mesa.
Así está el patio.
genial te lo mereces ! descansa quillo y pásalo bién.
wate aki hay tomate jo jo, ya me contaras como es la tierra de los mayas, y sus rituales ji ji ji
vemos.
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