lunes, 16 de mayo de 2011

Como iba diciendo ayer...

Bueno, pues ya está bien de tanto descanso. Creo que es hora de que retome el blog, porque empieza a oler a cerrado.

Acabo de regresar de Londres, después de pasar cuatro días geniales allí. Iba a actuar el miércoles, pero decidí quedarme hasta el domingo, y de paso ir a un comedy club, conocer un poco la ciudad, practicar el idioma...

Encima tuve la suerte de conocer a Susana, una chica de Vitoria que vive allí, y que gestiona un comedy club: The Comedy Tree, al que intentaré volver, pero esta vez a soltar algunas chorradas en inglés, si es posible. Creo que me está molando la idea esta de expandir fronteras con la comedia. Ya veremos qué pasa al final.



Y nada más llegar me pongo a ver las noticias, y veo que han detenido al director del FMI por intentar violar a una camarera del hotel. Se ha liado parda, y hasta puede que haya consecuencias económicas en países como Grecia. Tiene cojones que las correrías de un señor de bragueta hiperactiva provoque situaciones como esta. Aunque ya vivimos cosas parecidas con la ya famosísima comida que le hizo Mónica a Clinton. Lo de Dominique Strauss-Kahn es triste, pero más triste me parece aun ver a un tipo justificándole desde un periódico.

A ver, que Salvador Sostres se comporta como un imbécil cada vez que escribe, es algo a lo que empezamos a acostumbrarnos, pero no por ello deja de ser repugnante. Ahora insinúa que las camareras de los hoteles de lujo estudian minuciosamente a sus víctimas (señores ricos y poderosos), y que en el momento adecuado atacan, ofreciendo sus encantos y sus servicios (distintos de los oficiales), a cambio de dinero, o para conseguir material con el que hacerles chantaje con posibles denuncias por violación.

Y no voy a ser yo quien diga que eso no es posible, porque entra dentro de lo posible. Lo que digo es que no me creo que sea algo habitual, y que probablemente es complicado que una camarera de hotel se arriesgue a perder su empleo porque alguien importante denuncie su comportamiento. Más bien creo que el amigo Sostres fantasea con esa posibilidad. O a lo mejor lo que ocurre es que él, con ese aspecto de Adonis que tiene, sufre el constante acoso de camareras salidas y cachondas y cree que es lo normal. No es consciente de que al resto de los parroquianos no nos acontecen estas maravillas.

No sé, a lo mejor lo único que ocurre es que, a fuerza de pasar noches solitarias de hotel, ha terminado por creerse las cosas que ve en esas pelis de pago que suelen ofertar las PayTV, y ha desarrollado la capacidad de ver a esa puta que toda mujer puede llevar dentro, ante los ojos expertos de los hombres como él.

Es cierto que hay mujeres que usan las denuncias por acoso, o por violación, para extorsionar a hombres. Es cierto que hay mujeres que utilizan las leyes y sus fallos para joderles la vida a hombres cuyo único delito ha sido divorciarse, y que hay hijos que son armas arrojadizas para algunos padres. Hay muchas cosas que son ciertas... Pero también es cierto que la mujer, como colectivo, ha sido víctima de abusos y violaciones a lo largo de la historia con una cotidianidad que avergüenza. Y aunque vivimos tiempos mejores, todavía hay países donde violar a una mujer es algo gratuito. Todavía hay personas que las justifican por motivos de vestimenta (a veces incluso un juez), de actitud, o de vete a saber qué historias. Y mientras eso siga siendo así, hay que intentar luchar por las víctimas, tanto masculinas como femeninas, y no basarse en la demagogia para dar la vuelta a una tortilla que ya está podrida.

Mientras existan los "Sostres", y los "Pedro J." que les den cabida y cobertura, el mundo (y El Mundo) seguirá siendo un poquito peor. Afortunadamente, el hombre no es inmortal, lamentablemente, algunas ideas parece que sí.