domingo, 12 de agosto de 2012

Peldaño a peldaño... y así hasta 39

Recién llegado a casa, desde Campdevánol, donde he podido disfrutar de la increíble hospitalidad de la familia que regenta el hotel La Sèquia Molinar, y con un cansancio acumulado que no sé cuándo podré calmar. Eso sí, recomiendo a cualquiera que vaya a pasar unos días por la zona de Ripoll que se pase por este hotel. Trato increíble, se come de miedo, buen rollito y un hotel muy coqueto. Yo vivo de hotel en hotel, y os aseguro que no siempre es así.

Aunque dentro de poco dejaré de vivir de hotel en hotel, al menos de septiembre a diciembre. Y es que estaré amarrado a Madrid por motivos de trabajo. Resulta que el actor y director Jorge de Juan, desde la más absoluta imprudencia, decidió ponerse en contacto conmigo para ofrecerme participar en la obra "Los 39 escalones", que lleva años triunfando en diferentes países (en Londres lleva más de cinco años en cartel), y que ya había estado en Madrid, con Gabino Diego y Diego Molero. Por supuesto, mi primera intención fuer negarme, ya que di por sentado que el papel me quedaba grande.

Jorge me explicó de qué iba la cosa, y me enseñó un vídeo de la obra, y entonces tuve claro que yo no iba a ser capaz de hacerlo. Era muy complicado, y Diego Molero lo hacía realmente bien. Pero a pesar de todas las trabas que puse, Jorge insistió, así que dediqué un par de segundos a fantasear con la posibilidad de ser yo el que finalmente estuviera allí, haciendo todas aquellas voces, cambios de personaje, coreografías, etc. Y cuanto más lo pensaba, más miedo me daba. Y entones decidí aceptar.

Ya llevamos un par de semanas de ensayos, y el reparto ahora lo componen Jorge de Juan, Beatriz Rico, Santiago Urrialde y un servidor, y estará dirigida por Eduardo Bazo y el propio Jorge de Juan. Como encima da la casualidad de que ya estaba colaborando con Beatriz en su monólogo Mejor Viuda que mal Casada, pues resultó ser un plan perfecto: aprender cosas nuevas, con gente con la que me llevo bien, y con un nuevo reto para mí (el que me conozca sabe que soy un palo en el escenario, y aquí me va a tocar hasta bailar). Aunque también es verdad que gracias a Corta el Cable Rojo, junto a Carlos Ramos y José Andrés, ya me había ido soltando un poco. De hecho, yo creo que si no hubiera sido por este año de impro, a lo mejor no me habría atrevido a aceptar.

Así que el 6 de septiembre estrenaremos en el teatro Arenal de Madrid la obra "Los 39 escalones". Solo de pensarlo me dan escalofríos, pero estoy seguro de que va a ser una experiencia inolvidable, que además llega a mi vida en el mejor momento, por muchos motivos.



Por supuesto, no dejo los monólogos, aunque sí que haré pocas actuaciones mientras esté en el teatro, por motivos de horario. La función es de martes a domingo, aunque algún viernes o sábado puede que esté en La Chocita del Loro, pero solo en los pases de madrugada. Va a ser agotador, pero creo que merece la pena.

Además, he recuperado mi faceta musical con muchas ganas. Estoy escribiendo canciones nuevas, y revisando algunas antiguas, y bocetos que tenía olvidados. Es como si de repente, necesitara crear muchas cosas y de muchos tipos. Mi cabeza no para, y a ratos tengo la sensación de que no puedo con todo, pero se me pasa en seguida. Lo bueno de todo esto, es que muchas de las cosas que hago, las hago porque quiero, nadie me obliga.

A esto hay que sumar que he conseguido perder diez kilos en un mes a dieta, y ahora toca mantenerse. Sobretodo porque tampoco puedo estar dando por saco con el tema del vestuario, así que hasta diciembre, tengo que seguir a raya con lo del peso. Vida sana, dieta sana y deporte. Es lo que toca, y lo que me conviene. Y de momento poco más. Voy a estudiar un poco, que mañana toca ensayo a tope, y la obra tiene tela. Ahora mismo no tengo vida propia, pero creo que voy por el buen camino.

Espero veros por el teatro Arenal a partir del 6 de septiembre.