viernes, 29 de agosto de 2008

Servilismo

Acabo de llegar de Valencia, de pasar unos días en la playa.

Lo cierto es que ya me tocaba, y aunque no han sido muchos días, sí que han conseguido el efecto deseado: desconectar.

He tenido tiempo de recordar cosas que hacía mucho tiempo que no vivía, ya que en veranos anteriores solía ir a Cádiz, y en la playa a la que voy en esas ocasiones, no hay mucha gente.

En general, no me gustan las playas masificadas, esas en las que tu vecino te mancha de arena cuando se mueve, las conversaciones son de todo menos privadas, y la intimidad es una ilusión. Precísamente, una de esas conversaciones me hizo pensar en algo que me fastidia bastante.

Un chaval tenía una canoa hinchable, y ya en el agua, un bañista tuvo que llamarle la atención, porque casi atropella a una chica. Por supuesto, el chaval no hizo ni puto caso, como suele ser habitual en este tipo de personajes. Pero ya en tierra, mantuvo una conversación con uno de sus colegas:

personaje: ¿Me dejarán enjuagar la piragüa en las duchas de las piscinas?
amigo del personaje: No veo por qué no.
personaje: No sé, a lo mejor el socorrista es gilipollas y me dice algo.

Amigo, el único gilipollas en esta historia eres tú. Primero, porque tu escasez de neuronas te impide entender que no puedes hacer siempre lo que te salga de los cojones, y mucho menos faltar al respeto a gente que lo único que hace es impedir que personajillos de tres al cuarto como tú, hagan un uso indebido o incorrecto de las instalaciones. Y segundo por insultar a un chaval que está trabajando, un verbo que igual tu pijerío te impide comprender, pero que ya me gustaría a mí verte practicar aunque solo sea una vez en tu acomodada vida.

Me hacen mucha gracia estas personas que confunden a los trabajadores con una suerte de servidumbre, que les tratan como el culo, y que se creen que el mundo ha sido concebido para su comodidad, "porque ellos lo valen".

Los socorristas están ahí para salvar vidas, aguantan las chorradas de muchos maleducados, y luego tienen que aguantar exigencias y prisas cuando los pobrecitos se hacen pupita por no hacer ni puto caso a las indicaciones que se les hace. He visto a mucha gente moquear lloriqueando cuando llegan los problemas, esos que se reían cuando se les decía por enésima vez que no nadase hasta la boya, que no saltaran de cabeza a la piscina, o que no empujaran a gente al agua.

Así es a menudo el veraneante, pura exigencia con sus intereses, poco caso a las normas, y poco respeto para el currante de verano. Pero yo desde aquí os mando un saludo: ¡Que os jodan!

sábado, 23 de agosto de 2008

Cómicos

Ayer volví a vivir una noche de comedia rural.

Esta vez estuve en El Real de San Vicente, en Toledo. Un pueblecito de menos de mil habitantes (aunque imagino que en verano la cosa cambia).

Mientra iba en el coche hacia allí, pensaba en los cómicos de antaño, que iban de pueblo en pueblo con su espectáculo. Y no es que me sintiera identificado con ese tipo de vida, de la que ando bastante alejado, pero me hizo pensar en lo mucho que ha cambiado el oficio en algunos aspectos, y sin embargo, aun hay cosas que sobreviven. Empieza a gustarme esa sensación de no saber con qué te vas a encontrar en las actuaciones, con lo que me gusta a mí saberlo todo de antemano, siempre planificando. De todas formas, la gente estaba de muy buen rollo, y aunque la actuación fue un poco larga (terminamos casi a las 4), me lo pasé muy bien.

El día de ayer fue muy cansado. A las 7 de la mañana salí para Valladolid, a una reunión en el parque tecnológico de Boecillo, y cuando llegué a Madrid de vuelta, un compañero me llamó para que fuera con él a la actuación. Terminé compartiendo escenario con Ivan Rey y Enrique el Grande, y cuando por fin me acosté, el reloj ya marcaba las 5 de la mañana.

Hay días que se hace duro querer estar en misa y repicando...

miércoles, 20 de agosto de 2008

Barajas

Hace dos horas que se ha estrellado un avión en Barajas.

Yo estoy en el edificio de Telefónica I+D, junto a la A2, así que el sonido de las sirenas ha sido bastante repetitivo durante un buen rato. El aeropuerto no queda nada lejos de aquí, y mientras actualizo las páginas de noticias, el baile de cifras no para de crecer. Ya son más de cien muertos contabilizados.

Es muy jodido saber que a pocos kilómetros de tí, muy pocos, más de cien personas acaban de morir. De repente me he acordado del 11M, cuando desde mi ventana en la Glorieta de Embajadores veía la cola de ambulancias y bomberos corriendo en dirección a Atocha. En aquella ocasión ni siquiera se podía hablar de kilómetros. Eran 10 minutos andando.

Mi más sentido pésame a las familias

Aburrimiento

Hoy he madrugado más que de costumbre. Y no porque tuviera que hacerlo, sino porque un par de parroquianos se han encargado de que tanto yo, como buena parte de mi vecindario, dijéramos adios a las sábanas de un modo prematuro.

Se conoce que los chavales estaban aburridos, o estresados, vete tú a saber. El caso es que decidieron dar rienda suelta a sus sentimientos, y dejaron fluir la energía negativa. A lo mejor, de haberlo pensado con calma, habrían podido darse por el culo mutuamente, y de este modo liberar sus tensiones en petit comité, pero tendrían prisa o algo, porque el caso es que no cayeron en la cuenta de que existía esta opción.

Se decantaron por otra algo menos cívica, que consistía en que, mientras uno de ellos conducía un coche, el otro asomaba medio cuerpo por la ventanilla del copiloto, y con una maza se dedicaba a reventar las lunas traseras de los coches que estaban aparcados en mi calle. Así hasta un total de ocho coches.

Por suerte para mí, mi coche quedaba del lado del conductor (a partir de ahora Subnormal 1), porque de haber quedado del lado del Subnormal 2, ahora estaría acordándome de su puñetera madre cada cinco minutos.

No termino de entender qué diversión pueden encontrar esta suerte de retrasados mentales en joder la vida al resto de la gente. Quiero pensar que un día de estos, Subnormal 1 y Subnormal 2 recibirán un poco de su propia medicina. Tal vez Subnormal 3 (que fijo que existe) se dedique a pincharle las ruedas al coche de Subnormal 1, o algo por el estilo.

Hay días que tiene uno la sensación de que hay una parte de la población que sencillamente sobra.

martes, 19 de agosto de 2008

Amores de Verano

El fin de semana ha sido bastante completo, en lo que a experiencias se refiere.

El jueves estuve en la Chocita, y aunque no salí contento del todo, no se puede decir que fuera mal la cosa. Lo que pasa es que llevaba una serie de expectativas en mente, y cuando me fallan los planes me fastidia mucho.

El viernes estuve en un pueblecito de la sierra, Santa María de la Alameda. Después de un par de discrepancias con mi dispositivo GPS, llegamos al sitio en cuestión. Debo decir que de haberle hecho caso al puñetero cacharro, y no a los carteles, habría llegado mucho antes, y sin tener que esquivar toros que aparecían de repente en el arcén.

La verdad es que en este tipo de sitios se dan circunstancias un tanto curiosas. Por una parte, hay chistes que sabes perfectamente que no van a entrar, y por otra, la heterogeneidad del público en términos de edad era de un espectro realmente amplio. Por ejemplo, no dije la frase "esa vieja de mierda", y la cambié por "esa señora"... Pero es que cinco abuelas en primera fila, imponen más de lo que uno cree.

Sin embargo, y pese a lo que uno pudiera esperar, la actuación salió bastante aceptable. Y no me refiero a lo que me toca, sino al público: un trato amable, acogedor y bastante agradable. Te hacen sentir muy cómodo, y es algo que se agradece. Hay veces que vas a sitios que aparentemente son más acordes a lo que uno espera del mundo de la comedia, los bares y la farándula nocturna, y luego no terminas de sentirte integrado en el ambiente. Los pueblos suelen conseguir ese toque de hospitalidad que en las ciudades más grandes casi es anecdótico en algunas ocasiones. Eso sí, no hay que bajar la guardia, que hay de todo en esta vida.

Pero ya estamos de lleno en la semana laboral, ya tengo la agenda más apretada que el escote de Pilar Rubio (Dios... ¡Cómo me gusta esta chica!), y de ahora en adelante el reto es hacer bloque y empezar a tallar, que falta me hace.

Aprovechando que he sacado el nombre de Pilar, os dejo una foto de mi amor platónico. Toda una "pin up" en pleno siglo XXI, pero con corazón de rockera, y eso ya es demasiado para mí.



¡Hace poco me he enterado de que somos vecinos! Creo que bajaré la basura con mucha ilusión a partir de ahora... uno nunca sabe si se la cruzará por la calle o no.

Pili, si lees mi blog (lo mismo le escribo al Rober Bodegas para que te avise), quiero que sepas que aunque tengo novia, tenemos pactadas una serie de excepciones en lo que a infidelidades se refiere... Ella tiene tres o cuatro pero tú, y solo tú, eres mi excepción (^_^)

¡Aprovecha, que aun estoy potable! (el que haga un chiste de esto va a conocer mi YO agresivo)

jueves, 14 de agosto de 2008

Una de cal, una de arena

Al final parece que los astros se han apiadado de mí, y en vez de terminar con mis huesos en un zulo, han decidido dejarme en una pradera (que es como llaman a las salas grandes con muchas mesitas y con ventanas).

No me quejo, porque estoy mejor de lo que esperaba, aunque indudablemente no es como estar en casa. Aun así, estos días parecen tranquilos, y aunque tengo mucho trabajo y el tiempo no sobra, conservo la sensación de que la actividad es de todo menos trepidante. Ya veremos según vayan pasando los días y las fechas clave se aproximen.

Entre tanto, trato de escribir todo lo que puedo en mis huecos libres, que no son muchos. Las neuronas parecen bloqueadas por un muro compuesto entre otras cosas por sockets, threads y mutex, y cuando quiero asomarme por encima para echar un ojo, no me queda más remedio que encaramarme, con el consiguiente esfuerzo. Eso no es bueno. No señor.

Pero hoy es jueves, y mañana es festivo, y eso significa que tengo un paréntesis para intentar dar forma a muchas cosas, que de momento son simples jirones de tinta en pequeños papeles arrugados, hacinados en los bolsillos de mi mochila, esperando la oportunidad de ver la luz. Hoy debería ser un buen día para eso. Puede que mañana también. Ya veremos lo que pasa...

En el peor de los casos, son tres días para mí, y juro que los voy a aprovechar.

lunes, 4 de agosto de 2008

Platón y un ornitorrinco entran en un bar...

Ayer estuve de compras, y terminé por agenciarme un libro que promete ser, como mínimo, divertido.

Consiste en una explicación de conceptos filosóficos, pero desde una perspectiva humorística, y esto de por sí me atrae. He podido leer algunos fragmentos sueltos, y creo que me voy a reir bastante. Y si encima consigo entender ciertas cosas, pues mejor que mejor.



Cuando lo termine haré las crónicas pertinentes. De momento esta semana la tengo bastante jodida, porque hay muchas cosas que quiero terminar, y no ando precisamente sobrado de tiempo. Os dejo un chiste que aparece en el libro, para que os hagáis una idea de lo que me voy a encontrar:

Un ejemplo sobre la prespectiva racionalista de Leibniz:

El optimista dice: "El vaso está medio lleno."
El pesimista dice: "El vaso está medio vacío."
El racionalista dice: "Este vaso es el doble de grande de lo que debería ser."

viernes, 1 de agosto de 2008

Locos

Acabo de ver en la tele cómo una chica (menor de edad, como corresponde a los tiempos que vivimos) daba una paliza bestial a otra chica también menor.

Por supuesto, lo han grabado con un móvil, lo han reenviado a sus colegas y conocidos, ya está en youtube, lo han sacado por las noticias, etc, etc.

Hay chavales que incluso justifican la paliza: que si se llevaban mal, que si se provocaban... no sé, supongo que si justificas una paliza así por este tipo de cosas, eres un candidato perfecto a ser protagonista de alguna de las siguientes entregas.

No entiendo a los chavales que hacen este tipo de cosas. No sé si su problema es de educación, de tolerancia social, de libertad mal entendida... Pero lo que está claro es que algo se está haciendo mal. Una sociedad que pretende ser avanzada no puede permitirse este tipo de cosas. Los chavales tienen que entender que no se puede reventar la cabeza a patadas a una persona como si nada.

Encima en este tipo de vídeos es frecuente escuchar risas entre los asistentes, gente jaleando y animando a los agresores, da igual si es una paliza a un crio, o si están quemando a un indigente, les hace gracia, mucha gracia.

Siempre he pensado que la mejor manera de enseñar es un buen ejemplo, pero entonces ¿Qué hacer? ¿Reventarles a ellos la cara a patadas para que comprendan que eso "no mola"? Yo creo que saben que no está bien, que es jodido, pero que les importa una mierda.

Recuerdo que cuando era un crío, quería tener dieciocho años para poder hacer lo que me diera la gana. Ahora los chavales pueden hacer lo que les de la gana mientras no cumplan los dieciocho. Creo que no es una cuestión de números o fechas. Alguien tiene que poner freno a esto, porque la historia nos enseña que la gente se cansa de los opresores y termina por rebelarse. No quiero pensar que una sociedad termine rebelandose contra sus propios adolescentes. O peor...

Para el caso peor, os dejo la versión que hizo en su día Chicho Ibáñez Serrador.



Espero que no termine convirtiéndose en un visionario.

Golfos

Que Carlos Chaouen es un golfo es algo que no dudo.

Aquí os dejo una entrevista a este genial cantautor:



A ver si sale el disco de una puñetera vez, que llevamos mucho esperando.