viernes, 31 de agosto de 2007

Supermodelo 2007



Pues nada, sigamos confundiendo a la peña.

jueves, 30 de agosto de 2007

Un segundo de frikismo

¡Las manitas sobre la mesa!

Me he encontrado este vídeo, y me ha parecido digno de propagación.



Yo creo que es de coña, tiene que serlo... porque si no lo es, entonces acojona. ¿Donde ha quedado el "pintar, pintar" de Espinete y sus secuaces? Me imagino a Epi y Blas recomendando a los críos de toda España: ¡Chicos! ¡No hay que tocarse la colita!

En fin, qué cosas...

Taxistas

Está claro que la mejor forma de equivocarse es generalizar.

Pero de un tiempo a esta parte vengo observando que muchos taxistas, por algún motivo que desconozco, tienden a confundir las monedas de dos euros con las de cincuenta céntimos. Y qué curioso, nunca es a favor del cliente...

Uno se monta en un taxi, viene de tomar unas cañas con los amigos, es la una y pico de la madrugada y lo que quiere es pillar la camita lo antes posible. El taxista te da el cambio, está oscuro, tampoco vas a sacar el móvil para iluminar el puñado de monedas, te despides y te bajas. Cuando las farolas te muestran la realidad, el tunante se aleja a toda pastilla.

No me ha tangado mucho, sólo un euro con cincuenta, pero es la segunda vez en un año (no cojo demasiados taxis, así que para mí es una frecuencia alta). Y como sinceramente pienso que los taxistas no son gilipoyas, he llegado a la conclusión de que son justo todo lo contrario: unos listos.

Insisto en que no quiero generalizar, pero estas cosas me cabrean enormemente. Hay que ser miseria para ir rascando monedas de esta forma a las personas que les damos de comer. Gente así, son las que dan fama a todo un colectivo de trabajadores, y menuda fama...

Mi hermana (he hablado de ella alguna vez), ya se ha topado con un taxista que se masturbaba mientras conducía, porque la observaba por el retrovisor. Y otro pájaro que le dió un paseo antes de dejarla en casa, no sin antes hacerle sacar dinero de un cajero, porque con la ruta turística excedió el presupuesto que ella había calculado. Luego me enfado con ella y le digo que coja un taxi cuando sale, que no vaya sola al metro a horas muy chungas, pero claro, si sales del fuego para caer en las brasas, pues te quedas con pocos argumentos.

Desde aquí quiero desearte, querido taxista, que todas esas "propinillas" que te granjeas a base de estafar a tus clientes te las gastes en medicinas. No voy a generalizar, ya lo he dicho varias veces, pero habéis conseguido que cada vez que coja un taxi, revise el cambio minuciosamente antes de bajarme, porque amigos míos, las propinas las decido yo. Y a partír de ahora tenderán a cero.

martes, 28 de agosto de 2007

Castings

Siguiendo un poco la moda (¡La moda! ¡Qué bueno! ¡Me ha salido sin querer!) de los blogs que suelo visitar, voy a poner un post sobre el ignominioso programa "Supermodelo 2007".

Hablar sobre si este tipo de concurso es más o menos lícito, o si es deplorable, etc, no aporta mucho a lo ya mencionado en muchos foros.

Pero es curioso cómo este tipo de programas va evolucionando. Primero nos venden el programa, que ya de por sí es bastante. Luego nos meten los castings (un filón abierto por OT, del que el factor X hizo su bandera de presentación, y que ahora parece casi imprescindible en cualquier programa que se precie).

Pero es que ahora además, está el "juradocabrón" como un elemento más de la lista de personajes de esta novela. Molaría que otros programas tomaran ejemplo y sacaran a la luz los castings de sus concursantes. ¿Os imagináis el casting de "Saber y Ganar"?

Bueno, os dejo un vídeo de los que he visto al hilo de esta historia, y que me ha parecido interesante. La gente parece que empieza a darse cuenta de que los conflictos con el jurado venden, y alguna pensará que ya que no va a entrar en el programa, por lo menos sale en los castings y en youtube, y amigos míos, esa es una publicidad nada desdeñable en los tiempos que corren. Y si no, que se lo pregunten al koala, que ya debe llevar construido un rancho a base de corrales.


Yo no sé si esta chica tendrá novio, pero si lo tiene, debe ser un tío con mucho tacto. En caso contrario, dudo que siga vivo.

Proyectos

Dicen que lo más bonito de toda relación es el principio, que es cuando hay romanticismo, emociones y cosas de esas. Así que si lo trasladamos al mundo laboral, lo más bonito de todo proyecto debe ser el principio, con la ilusión y la excitación inicial.

Lo que pasa es que si tienes demasiados proyectos entre manos (algunos bastante divergentes entre sí), la cosa empieza a convertirse en un caos, una especie de pisto de ideas que si bien no se mezclan, por lo incompatibles que son, sí que se influyen mutuamente.

Dicen que quien mucho abarca poco aprieta, y no me molaría nada que me ocurriera eso. De momento el efecto es cojonudo, porque con cada proyecto consigo desconectar del otro, lo que me ayuda a no obsesionarme. Pero al mismo tiempo tengo la sensación de que si no me concentro al 100% en una cosa, no consigo sacarle todo el jugo. Al final me pasa lo de siempre, que tengo la sensación de echarle horas de más a la parte equivocada, suponiendo que exista alguna. Es como en las colas del super, que siempre termino poniendome en la que tarda más.


"Currando" en Niza, proyecto WIDENS

Lo chungo es cuando estoy sumergido en lo más profundo de una tarea, y de repente, siento que ya no estoy enamorado. Romper no siempre es fácil, y hay veces que las relaciones se alargan por muchos motivos que poco tienen que ver con el amor. Entonces es cuando siento que los minutos se me caen por algún agujero en los bolsillos del pantalón. Supongo que parte de la vida consiste en evitar esos agujeros, pero creo que es imposible evitar perder una buena suma de minutos mientras tratas de remendar esos agujeros. Por lo demás, muchas veces no deja de ser una sensación, que puede estar distorsionada por muchas cosas.

El trabajo dignifica al hombre... ¡Pero quita demasiado tiempo!

lunes, 27 de agosto de 2007

¿Descanso?

Este fin de semana lo he pasado en El Espinar, en plan familiar.

Como ha diluviado, y hacía un viento de la leche, pues no ha sido tampoco muy movidito, sino más bien casero. Esto se supone que implica "descansar", pero ojo, no hay que menospreciar la capacidad de agotamiento que tienen este tipo de eventos.

Para empezar, he comido en dos días el equivalente a una semana. Así que tengo la barriga como si me hubiera tragado el balón de NIVEA. He dormido la primera noche en un sofá cama. Algunos de estos cacharros deberían estar catalogados como aparatos de tortura. La segunda noche en un colchón de esos autohinchables, que a simple vista parecen acogedores, pero que no dejan de ser otro aparato de tortura, sobretodo si ya vienes tocado de la noche anterior.

Por lo menos lo he pasado bien, y aunque el tiempo como digo no acompañara, lo cierto es que ha merecido la pena salir de Madrid. El sitio es muy tranquilo, hemos visto halcones, relámpagos y goterones de agua del tamaño de Cuenca. Las mellizas han cumplido un año y el verano empieza a enseñarnos el culo mientras comienza a alejarse... y estoy molido.

martes, 21 de agosto de 2007

Un poco de musiquita

Hoy quería colgar un vídeo de los B-Movie, pero el que encontré en youtube tiene desactivada la opción de ponerlo embebido, así que pondré este otro. Al fin y al cabo, lo importante es la canción, jeje!


Nowhere Girl, de los B-Movie

El día que escuché esta canción por primera vez, fue con mi amiga Skadhy en el garito donde curraba ella. Y luego el chapapote contaminó mi orilla... ¡Vaya nochecita!

Por cierto, en gran medida ella es la culpable de que me llame Salomón, así que un saludo desde aqui para la Su.

Kesos!

viernes, 17 de agosto de 2007

¡Simpsonizado!

Ya sé que estas cosas son un poco infantiles, y que es la típica gracia que recorre la red, y de repente todo el mundo quiere participar. Pero qué queréis que os diga, no creo que llegue a ser lo suficientemente famoso como para que algún guionista de la serie me incluya en alguna aventura, codo con codo con Homer.

Así que me lo he tenido que currar yo... Hombre, no es que se parezca del todo a mí, pero es que lo de los retratos robots no se me dan bien.


Mi yo Simpson, en el Badulaque

El que quiera uno que se lo curre aqui

Estreno

Dicen que a cada cerdo le llega su San Martín, y puede que el mío se esté acercando.

Anoche me acerqué por La Chocita del Loro, a echar un vistazo más que nada, ya que en la web no decían nada sobre quién actuaba ni nada.

Cuando llegué (un poco tarde) Emilio Feijoo estaba sobre el escenario, guitarra en mano, y la peña se estaba partiendo la caja con sus movidas. En cuestión de cinco minutos llegó el descanso y ya estuvimos charlando. Me comentó que estaba él solo, y que volvería a subir después del descanso.

Me dijo entonces que si quería subir a hacer unos minutos, y por supuesto le dije que no...¡Me pilló de sorpresa! Pero Emilio no se dio por aludido, y el tío empezó a configurarme una breve presentación. En esto es un poco como mi madre, que te pregunta si quieres que te eche más en el plato, pero es una pregunta retórica, porque ella va a echar más hasta que el plato ponga los límites, digas lo que digas.

Así que al verme acorralado, no tuve más remedio que aceptar. Por otra parte, yo a veces soy como los del anuncio de ING, que necesito un empujoncito (en este punto no quiero bromas sobre el el colectivo homosexual, al que respeto prufundamente).

No fue mucho tiempo, afortunadamente para el público y para mí, porque estaba un poco bloqueado por la sorpresa. El micrófono era demasiado bajo, las luces me cegaban y no veía una mierda, pero esas cosas uno no se las plantea hasta que se sube al escenario. Tuve que sentarme. Y por fin he hecho mi primera presentación.

Fue excitante, y ya tengo ganas de volver a hacerlo. Sabía que esto enganchaba, pero ríete tú de la nicotina en lo que a velocidad se refiere. Ahora tengo unos cuantos días para intentar prepararme algo. Pero lo importante para mí es que por fin he subido los escalones del escenario, y nada menos que en La Chocita del Loro.

En fin, que me ha hecho ilusión. Espero que este sea el comienzo de una bonita amistad entre el micrófono y yo.

jueves, 16 de agosto de 2007

Gica

El día 6 de agosto, hizo un año que se fue. Pero no nos olvidamos de ella...


Gica

Realidad vs Ficción

Hoy estaba pensando en qué cosas son las que nos hacen ser como somos, qué influencias nos empujan en una dirección u otra, cuáles son las líneas que guían nuestros caminos. Y me doy cuenta de que buena parte de ellas están construidas sobre historias irreales.


El barco de Chanquete

Nos dicen cómo debe ser una persona correcta, nos inyectan moral, o nos dibujan el camino que debemos seguir para hacer de nosotros "hombres de provecho" (de esto Zipi y Zape saben tela). Lo malo es que muchas de esas historias están incompletas, y es justo la parte que falta, esa que no se explica, la que termina por fastidiar. Es como si te dan un manual, pero al final te quitan las últimas páginas y te dicen: ¡A partir de aquí te buscas la vida!

Seguimos los patrones de conducta que se han establecido como un estándar entre las personas, y lo peor es que cuando nos salimos por la tangente, asumimos que somos unos marginales, unos raros, unos rebeldes. Si el camino aceptado socialmente como bueno es distinto al nuestro, debe ser que el nuestro es malo. Lo triste de esto, es que hay gente que se lo crée, y son infelices por ello.

Así, si dejas los estudios eres un fracasado. Si no te casas antes de cierta edad se te pasa el arroz. Si no tienes hijos, te comparan con tus amigos que sí los tienen. Hay que comprarse un piso (o vender el alma a algún banco), tener un curro, una estabilidad, una familia. Hay que seguir el camino, como si fueramos fichas de parchís, dando saltos de entre una y seis casillas, pero siempre en la misma dirección. Vivimos una vida de libro de instrucciones, donde buena parte del trayecto consiste en hacer caso de lo que te dicen. Empiezas en preescolar agujereando un dibujo con el punzón, y terminas marcando la casilla que decide entre entierro o incineración. El caso es seguir el rumbo que te han señalizado.

Supongo que luchar contra esto es incompatible con vivir en una sociedad, o al menos lo será en muchos aspectos. Pero creo que no es mala idea hacer de vez en cuando un ejercicio de aceptación, y darse cuenta de que la vida no consiste en ser capaces de mantener el equilibrio sobre una raya que otro haya dibujado. Es mejor caminar sin estar tan pendiente de dónde pones los pies. Puede que de vez en cuando pises algo desagradable, pero seguramente verás muchas más cosas que si estás siempre pendiente de poner el pie en el lugar "correcto".

Yo creo que hay que ser honestos con las personas y con nosotros mismos. No hacer daño gratuito e innecesario, y tratar de ser felices, sea lo que sea la felicidad. A partir de ahí, sobran las recetas, porque en muchas ocasiones dejan de ser una ayuda para convertirse en paredes. Las paredes de un enorme pasillo por el que terminamos caminando la mayor parte de nuestras cortas vidas.

lunes, 13 de agosto de 2007

Balance

Estos días he estado reflexionando un poco, haciendo una especie de balance sobre objetivos, metas conseguidas, fracasos... no sé, lo que se supone que es un balance, pero así a ojo, muy por encima, aprovechando las vacaciones. Nada como alejarte de las cosas para que quepan dentro del objetivo.



Dicen que la ocasión la pintan calva, y ciertamente estoy convencido de que muchas cosas hay que pillarlas en el momento, pero otras hay que meditarlas, observarlas, madurarlas... Porque luego son los arrepentimientos. Y eso que no soy de los que se recrean en comparar lo que se hizo con lo que se debió hacer, o al menos no demasiado, pero a veces termino sucumbiendo a la tentación. Estos días, por ejemplo, lo he hecho varias veces.

Entre los cientos de miles de asuntos que tengo pendientes, algunos se están convirtiendo en una especie de joroba sobre mi espalda, que son imposibles de ignorar, pero que no termino de extirpar de mi vida. Y me pasa con muchas cosas, no todas intangibles (sólo hay que ver cómo tengo el trastero de casa, lleno de cosas inútiles, pero que no termino de arrancar de mi vida de una vez por todas). Otros funcionan como una especie de cordón umbilical, que me mantienen en conexión con etapas de mi vida que debí cerrar hace ya muchos años.

Siempre me pongo plazos, me obligo a hacer cosas que ya no me apetecen, con la intención de poner punto y final a esas tareas, pero siempre aparece algo que me resulta más atractivo y que termina por absorberme del todo. Y como me conozco, lo que hago es ir diciendo lo que voy a hacer a las personas que tengo más cerca, para que sean ellos los que me vayan recordando constantemente mis compromisos, como pequeñas fustas programadas para hacerme reaccionar cuando se me pasa el interés inicial que acompaña a todas mis pretensiones. Yo a eso le llamo falta de voluntad.

Todavía no estoy calvo, pero el proceso ha comenzado. Es como si de repente mirara hacia atrás y viera cómo el tiempo me persigue. En realidad lleva haciéndolo desde hace mucho, pero uno no termina de darle importancia hasta que hace balance, y se da cuenta de la cantidad de cosas que quería hacer y no ha hecho.

Hace poco, un taxista me dijo que el prudente siempre llega tarde, y creo que por ahí van los tiros que me están alcanzando. Sé que moriré con muchos asuntos pendientes. Yo no tengo ningún Atreyu que termine las historias por mí, pero de repente siento una impaciencia que me inquieta, y no me mola nada el motivo.

sábado, 11 de agosto de 2007

20 años después


Durante todo este tiempo, he querido ir allí, pero por un motivo u otro no llegaba la ocasión.

Un día, estaba por Segovia de excursión con el colegio, y me dio por comprarme una cinta de Alan Parson, con el disco "Gaudí". El tema principal era "La Sagrada Familia", y me encantaba. Por fin he estado allí, y a pesar de haberles dado veinte años de márgen, los tíos no la han terminado. Sigue llena de andamios y grúas.

También me encantó el parque Güell. La foto es de allí.

Barcelona ha resultado ser un sitio estupendo, aunque con un calor húmedo y pegajoso que por momentos hacía insoportable pasear.

Luego nos fuimos a Andorra, y un poco al sur de Francia, la zona de los Pirineos. No fueron muchos días, pero ha sido un no parar de moverse.

La segunda mitad de las vacaciones las he pasado en Cádiz, con la familia y los amigos. Y aunque tampoco hemos parado, la sensación es que ha sido en Cádiz donde he descansado de verdad.

Pero se acabó lo bueno. Y es que ya lo cantaban Los Módulos: Todo tiene su fin. Ahora toca aterrizar y ponerse las pilas, porque empieza "lo divertido". No quiero ni pensar en este lunes, así que no lo voy a hacer. Y ahora voy a ir a comprar algo para hacer de comer, que me pilla el toro como siempre.