miércoles, 24 de marzo de 2010

Piano

Estoy aprendiendo a tocar el piano.

De momento lo hago solo, en casita y viendo vídeos de youtube, lo cual supongo no es la mejor manera, pero de momento es lo que me puedo permitir, ya que no puedo comprometerme a cumplir un horario de clases ni ensayos. Puede que en un futuro me busque algún profesor particular o algo, pero de momento voy a mi ritmo.

Es algo que he querido hacer desde que tengo uso de razón, pero por circunstancias nunca pude ir a un conservatorio, y cuando decidí hacerlo por mi cuenta, no me daban plaza. Cosas de la vida. Pero al igual que con la comedia, creo que nunca es tarde para empezar, así que en esas estoy. A ratos es frustrante, pero como ya tengo la experiencia de la guitarra, continúo tocando y tocando, porque sé que algo saldrá, tarde o temprano.

Además, tengo la firme intención de volver a componer canciones, así que el piano me puede ampliar el registro a la hora de probar cosas. Y si no, pues al menos disfruto en el intento. Y el siguiente intento es "God", de John Lennon. Esta canción, además, transmite un mensaje que comparto: Sólo creo en mí.

Por si a estas alturas alguien no lo sabe, yo soy ateo. No de esos ateos que dan la brasa a los que sí creen, yo respeto que cada uno crea en lo que quiera creer. Por supuesto hay cosas que critico de las religiones, pero también pienso que generalizar es la mejor forma de equivocarse, y que muchas grandes acciones son llevadas a cabo por colectivos religiosos.

Ojalá no hiciera falta creer en un dios para hacer cosas buenas, pero sea como sea, son bienvenidas. Yo por mi parte procuraré hacer lo posible para predicar con el ejemplo. Por cierto, cosas del lenguaje: ojalá significa "quiera Dios".



Creo que una buena música, acompañada de un buen mensaje, es un arma muy poderosa.

domingo, 14 de marzo de 2010

Catarro

Llevo todo el día en la cama, menos el rato que he estado en el sofá.

Me jode estar enfermo, porque me limita, sobretodo en esta vida nómada que llevo ahora. Empezó el jueves, después de cruzarme España, porque amanecí en Valencia, y tenía que actuar a las 23h en el Privée Arena, de Vigo.

Ya en Valencia la brisa marina hizo de las suyas al salir del restaurante a pie de playa, donde estuve dando buena cuenta de una paella y algunas cositas más con unos buenos amigos. Esa noche teníamos el aniversario del Farigola i Menta, en Torrent. Se puede decir que fue una noche bastante completita: música, magia, monólogos, cuentos, chistes... y muchas risas. Un día de esos en los que sientes que la comedia no es un trabajo.

El jueves se podría resumir como carretera y más carretera. Y ya en Vigo, el tiempo justo de dejar las cosas en el hotel, un par de llamadas telefónicas, una ducha y a la actuación. Ya estaba tocado. Agua del tiempo, caramelos de menta y al ataque. Decir que es la primera vez que me llaman homófobo durante la actuación. Un tal Gorka me llamó impresentable en su Twitter (además de homófobo y misógino), y una vez en el teatro de La Chocita del Loro en Gran Vía, hijo de puta. Pero nunca a la cara.

Esta fue la primera vez que tuve opción a réplica, y casi lo agradecí. Pero sobretodo porque el público me entendió y me apoyó, y el elemento en cuestión abandonó la sala. Hay que decir que había mucha gente gay allí esa noche, incluso había travestidos, que vinieron a saludarme y hacerse fotos conmigo. Lo que quiero decir es que ningún gay (al menos que yo sepa) se sintió atacado por mí esa noche, y es genial, porque jamás he atacado a ningún gay. El que piense que soy homófobo porque hago bromas sobre gays, lo siento mucho, pero es gilipollas. Y los que defienden a gente que no necesita defensa, puesto que no hay ataque, también es gilipollas. Y me jode insultar, pero estoy un poco hasta los cojones de tanta escasez neuronal.

Del mismo modo, se repite de un modo continuo el adjetivo "machista" cuando hago monólogos. Si hago bromas sobre chicas, alguna se mosquea. Si me meto con las tetas de silicona, soy un machista. Si digo que mi novia aparca mal, soy un machista. Etiquetas gratuitas que te ponen en base a un guión cómico. Sinceramente, denota pocas luces. Otra cosa es que te digan "tu monólogo es machista porque te metes siempre con las tías". Pues vale, lo acepto. No lo comparto, pero lo acepto.

Pero hay que saber distinguir entre guión y opinión. No imagino a ninguna de esas personas que tanto se ofenden por mis chistes, llamando a la policía cuando en una obra de teatro sale un actor haciendo de asesino. ¿Por qué con el monólogo les cuesta entender la diferencia?

Entonces un día ocurre, que terminas una actuación, se te acerca una chica ofendidísima y te dice que eres un machista, que si bla, bla, bla... y piensas en quitar ciertas bromas de tu guión, y facilitarte la vida. Incluso me han llegado a decir "pues el cómico de la semana pasada, cuando terminó el monólogo, estaba rodeado de tías para hacerse fotos, pero como tú las has cabreado...". Que esto ya sí que me parece gracioso.

Pero cuando llegan esos momentos de flaqueza, miro atrás y recuerdo qué cómico me hizo sentir por primera vez la sensación de que yo quería hacer eso. Y no hablo ni del club de la comedia, ni nada por el estilo, me refiero a que yo quería ser como ese tío, igual de cabrón en el escenario, igual de bestia: El gran Ignatius Farray.

Y os voy a decir una cosa, lamentablemente ni de lejos me parezco a ese monstruo del escenario, pero me sirve de inspiración en esos momentos en los que la opinión del público me hace dudar si bajar un poco el tono de ciertas cosas que digo. Veo lo que hace Ignatius, su valentía a la hora de enfrentarse al público y hacer su show le pese a quien le pese, y entonces mando todas esas dudas a tomar viento, y la siguiente vez que me subo a un escenario vuelvo a preguntar: ¿Hay algún maricón en la sala?

Y por si alguien no sabe quién es Ignatius Farray, ni sabe a qué me refiero, puede ver esto:




El que no entienda la diferencia entre ficción y realidad, puede insultarme cuanto quiera. Me resbala. Y puestos a hablar de Ignatius esta noche, voy a parafrasearle:

"Odio al público mediocre".

lunes, 8 de marzo de 2010

Jazztel

No entiendo a los de Jazztel.

Cada semana recibo varias llamadas, sobretodo de Jazztel, pero también de alguno más. He contratado un servicio que bloquea las llamadas entrantes anónimas, pero ahora me llaman desde el extranjero, o directamente me dejan ver el número.

El caso es que siempre les digo que trabajo en casa y que la empresa me financia la conexión, y esto en principio debería persuadirles de insistir, y normalmente cuelgan. Aunque una vez una tal Vanessa insistió en que escuchara su oferta... y lo hice, porque me pareció divertida.

Lo que no entiendo es que si reiteradamente les digo que no voy a contratar el servicio, que no soy un cliente potencial ¿Por qué insisten? Les digo que me pagan la conexión, que lo anoten y dejen de llamarme, pero siempre me dicen que no lo sabían. Esto me lleva a la siguiente reflexión: Si me hiciera cliente de Jazztel, y tuviera un problema con ellos ¿Cuántas veces tendría que llamarles hasta que me hicieran caso? Está claro que no se enteran, o no se quieren enterar de las cosas que les digo, así que sinceramente, creo que no me inspiran ninguna confianza. La forma en que organizan su información es, a todas luces, una chapuza.

Y si alguien de Jazztel lee esto, y considera que me equivoco, por favor que me lo demuestre borrándome de su puñetera base de datos de una vez.