viernes, 12 de noviembre de 2010

Y si tal vez...?

Hoy he estado comiendo y charlando con una de las personas que más han influido en mis textos, y que además es responsable de algunos gags, y las formas de rematar algunas cosas. No se dedica a la comedia, la vive desde la barrera, pero creo que en cierto modo ha alcanzado la suficiente capacidad como para manejar algunos conceptos "del mundillo" con bastante soltura.

De las muchas cosas que hemos comentado, me ha llamado particularmente la atención algunas apreciaciones que ha hecho sobre la forma en que digo las cosas, y las sensaciones que provoco en la gente. Me ha dicho "Yo te conozco, y sin embargo, cuando dices las cosas que dices en el escenario, yo me lo creo. Sé que me estás mintiendo, y aun así te creo".

Es increíble la sensación de tener en tus manos la posibilidad de jugar con las sensaciones de la gente. Y en este instante en el que escribo, siento una necesidad imperiosa de crear sensaciones, de aprender a gestionar la percepción que tiene el público de las cosas que digo. Es como si de repente, tuviera frente a mí un lienzo en blanco, una colección de pinturas y quisiera jugar al pictionary con el público. Ya da igual si se enfadan, si se ríen, si aplauden... La gracia está en ser capaz de dibujar un camino, y conseguir que la gente camine sobre él, hasta llevarles a donde tú quieres que lleguen.

¡Este trabajo empieza a apasionarme!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

American: The Bill Hicks Story

Llevo un par de horas sentado frente al ordenador, viendo en youtube el documental sobre la vida de Bill Hicks, "American: The Bill Hicks Story". Siete bloques de unos 14 minutos cada uno.

Conocí la existencia de este hombre porque mi amigo Danny Boy-Rivera es un apasionado de su legado, y cuando viene a casa solemos pasar horas viendo vídeos de cómicos en youtube, y debatiendo sobre lo que la comedia es y debería ser (siempre, por supuesto, desde nuestro criterio, sea acertado o no).

Bill tuvo una vida intensa, plagada de drogas y alcohol, pero sobretodo de comedia. Desde que tenía 13 años quería dedicarse a la comedia, y a los 15 ya hizo su primera rutina sobre un escenario en una noche de micro abierto. Podría decirse que lo suyo fue vocacional, en el sentido más estricto de la palabra.

Y justo llega a mí este documental en este momento, solo unos días después de haber leído distintas opiniones sobre lo que un cómico puede decir, o no puede decir.

Primero, una columna hablando sobre el humor hoy en día, creo que en la revista cinemanía, donde básicamente venía a decir que somos muy de escandalizarnos con el humor, y que parece que solo se pueden hacer chistes sobre hombres blancos heterosexuales, porque si no, te tildan de homófobo, machista, xenófobo, etc. Hables de lo que hables, siempre hay algún colectivo que se siente en la necesidad de defenderse de los "ataques" de los cómicos (y de los que no son cómicos, como spots publicitarios, por poner un ejemplo).

Y a eso tengo que sumar algún comentario en el que se dice que por ser cómico tengo que medir mis opiniones con más precisión (y no solo yo, también he visto que se lo han dicho a otros cómicos). Como si por el mero hecho de ser cómico, dejaras de ser persona, y de tener una opinión propia sobre las cosas, una opinión seria al respecto.

Aquí hay un tema que me resulta bastante interesante. Por un lado, si expreso mis opiniones "reales" sobre las cosas, luego parece que si digo lo contrario haciendo comedia, me estoy contradiciendo, lo cual no es cierto, aunque lo parezca. Por ejemplo, en los escenarios digo que a ver si el lince ibérico se extingue de una puñetera vez, algo que evidentemente no deseo, y no parece que a nadie le moleste. Pero tengo que medir mucho mis palabras si quiero hacer chistes sobre pederastia, maltrato a la mujer, política o religión, porque la gente tiende a ver implícita tu verdadera opinión en tus argumentos, por muy cómicos que sean. Y no ya tu opinión, sino que además te dicen cosas como "es que esto es un tema muy serio, no es para hacer bromas".

Este tipo de cosas son como ladrillos, que se unen formando muros y son perfectas barreras que frenan el avance de la comedia en España. Y en gran medida viene porque aquí, el humor ha tenido siempre como fin último el hacer reír. Pero ¿Quién ha dicho que no se pueda usar la comedia como medio para hacer crítica? De hecho ya se hace, pero siempre a un nivel más televisivo, y eso implica que existe un cierto grado de censura, porque en la tele, hay cosas que no se pueden decir.

Y entonces es cuando los cómicos que vamos de sala en sala, de bar en bar, podemos ir abriendo brecha en las conciencias de la gente, rompiendo algunos moldes establecidos sobre lo que se puede, y lo que no se puede decir sobre un escenario. Tenemos que aprender a aceptar que el público no siempre va a encajar de buen grado cosas que digamos, y debemos ser capaz de mantener esos bloques en el material habitual, y no sacrificarlos dependiendo del público.

Porque se puede hacer comedia que vaya en la misma dirección que tus opiniones reales, puedes convertir tus verdaderos argumentos en comedia, y no caer en la tentación de querer contentar a todo el mundo con lo que dices. El que quiera chistes tiene toda una horda de cuenta chistes, algunos increíblemente buenos, a su disposición. Pero la comedia es algo más que hacer frases graciosas, es toda una cultura, y es nuestra obligación hacer que crezca y se expanda. La gente tiene que saber que esto existe, y que hay gente con cosas muy interesantes que decir, y además de una forma divertida. Para eso, los cómicos tenemos que aprender a hacer este tipo de comedia, y el público tiene que aprender a leer entre líneas, como quien bebe un vodka con naranja, pero es perfectamente consciente de qué parte del sabor es del vodka, y qué parte es de la naranja.

Bill Hicks supo hacer esto, hizo comedia a costa de su propia sociedad, de su cultura, y rompió moldes. Y hablo de un tipo que murió en 1994. Decían que era un cómico para cómicos. Eso mismo lo he oído aquí, sobre otro cómico, y todos los cómicos sabemos quién es. Yo creo que cuando un cómico es admirado por el resto de cómicos, es porque representa aquello que muchos desearíamos ser capaces de hacer, pero por un motivo u otro, no hacemos. Algunos de esos motivos son bastante evidentes: Bill Hicks triunfó más en Gran Bretaña que en su propio país, y lo hizo mucho más tarde de lo que debería. No tenía su propio show, pero porque era una mosca cojonera. Decía cosas que pocos se atrevían a decir. Y es mucho más rentable hablar de cosas más inocuas, que te den muchos minutos de TV y amasar fama y dinero. Ser un ariete tiene su precio.

Tenemos mucho camino por recorrer, pero existe una línea de puntitos que ya ha sido trazada, y que podemos seguir o no, pero al menos nos da una pista.

lunes, 8 de noviembre de 2010

La fórmula

Hablaba hace unos días con una buena amiga, sobre las cualidades de las personas, y sobre cómo las utilizamos.

Está claro que cuando una persona tiene un talento, o una capacidad que le hace destacar en algo, tiene una ventaja de base, pero esa ventaja no sirve de mucho si no hay un desarrollo que la acompañe.

A menudo vemos a gente que, a priori, no aparenta ser mucho mejor que otros en una disciplina concreta, pero que sin embargo consigue resultados muy por encima de la media. Y esto se debe a que se complementa con otras cualidades que por sí mismas no suelen ser tan valoradas, porque tampoco aportan mucho, salvo que efectivamente vayan acompañando a esas otras cualidades que sí son valoradas en sí mismas.

Tal y como yo lo veo, es como una partida de cartas, en la que uno debe jugar con las cartas que le ha tocado, pero dependiendo de cómo las utilice, les sacará un mejor o un peor rendimiento.

Así, hay gente que nace con un físico especial, una inteligencia muy elevada o un talento musical, artístico o deportivo. Pero si no se acompaña de otras virtudes, como la dedicación, la capacidad de esfuerzo, la voluntad o la constancia, difícilmente se desarrollará esa cualidad innata.

Es como un puñado de asignaturas, en las que unas se nos dan mejor que otras, y al final nuestra puntuación es una media aritmética entre el total.

El problema viene cuando a la fórmula, hay que añadir agentes externos. Entonces la cosa se complica, porque ya no es cuestión de que te esfuerces, de que hagas las cosas lo mejor que puedas, o de que luches por conseguir tus metas. Tienes que hacerlo, claro, pero además debes superar los obstáculos que no dependen de ti. Y la vida es esto, una carrera de obstáculos.

Hay días en los que siento que puedo saltar sobre todos ellos, incluso con facilidad. Pero otros termino tropezando irremediablemente, y cayendo de bruces. Y es justo en estos momentos, cuando estás tumbado boca abajo sobre la cancha, cuando más hundido te sientes, justo ahí es cuando tienes que levantar la mirada, buscar en el horizonte un objetivo, y arrancar de nuevo hacia él.

Porque los obstáculos puede que no sean los mismos para todos, pero todos tenemos alguno, y hay que aprender a saltarlos. No podemos dejarnos vencer por nuestros miedos. O como decía mi sensei: A los fantasmas hay que ahuyentarlos.

viernes, 29 de octubre de 2010

Dios los cría II

Vaya con la historieta que se ha montado Sánchez-Dragó.

Resulta que ha publicado una "explicación" en El Mundo, alegando que la anécdota que aparece en su libro, en realidad, es más un cuento que una anécdota.

Antes que nada, me gustaría aclarar (sobretodo a un amigo de la infancia) que yo no he hecho ninguna acusación de pederastia. Ha sido el propio Sánchez-Dragó el que se ha adjetivado a sí mismo de tal modo, con su "anécdota", a la postre ficticia.

Ahora nos dice que el problema es que somos un poco torpes, que no pillamos la ironía, que no tenemos sentido del humor... Sea como sea, Dragó siempre tiene la razón, y somos el resto del mundo los que somos imbéciles. Otro día cualquiera, nos contará que le pegó una paliza a un negro, y luego dirá que se refería a que la paliza fue jugando al ajedrez, y que cuando dice "negro", se refiere a un chaval muy simpático que le ayuda escribiendo algunos capítulos de sus libros.

El tipo se sorprende de que sea ahora, y no antes, cuando se ha montado el escándalo. Bueno, no entiendo su sorpresa. El escándalo ha llegado cuando la mayoría de la gente se ha enterado de la movida. Yo, al menos, así lo hice, dado que no he leído (ni creo que lea) ningún libro de Dragó. Además, cuenta que es una anécdota conocida por muchos, que la contó delante de su mujer, etc.

A lo mejor Sánchez-Dragó se sorprende de que el resto de los mortales no estemos al tanto de sus conversaciones cotidianas, pero lo cierto es que así es. Y tampoco creo que sea una cuestión de ideologías. El propio comité de empresa de TeleMadrid ha solicitado que se le expulse del ente público, y que yo sepa, no está considerado como una televisión de izquierdas.

Sí que es cierto que ahora parece que Dragó es la persona a repudiar. Empresas y organizaciones con las que colaboraba intentan desmarcarse de él, e incluso hay librerías que empiezan a retirar sus libros de las estanterías. Y me parecería genial, si no fuera porque hay una componente de hipocresía importante en todo esto: Escupir sobre Sánchez-Dragó lleva implícita una propaganda positiva.

Resulta que he encontrado un blog, en el que se denuncia la escasa atención que gobierno y empresas prestan a este asunto. Parece que las redes sociales como facebook, tuenti, etc, permiten que haya fotos de menores con actitudes sexuales explícitas. Yo no me he encontrado ninguna, y de hacerlo, lo habría denunciado. No sería la primera vez que mando un mail a la guardia civil con direcciones con contenido pederasta.

El problema es que empresas con mucho poder, y con intereses, necesitan de cierta mano izquierda por parte de los legisladores para permitir que el grado de protección de datos, y más concretamente de los menores, sea más bien holgado. Esto facilita la expansión, y al mismo tiempo la gestión de los contenidos. Establecer filtros y controles siempre dificulta el trabajo, sobretodo en redes con cientos de millones de usuarios.

Técnicamente, Dragó no es un delincuente. Es una cuestión de cifras, pero las leyes españolas, a día de hoy, no consideran delito lo que Dragó dice que hizo (que luego dice que no lo hizo). Y efectivamente no lo es, pero no por ello es menos repugnante. Podemos cuadricular todos los tipos de acciones para moldearlas, e intentar encasillarlas entre lo correcto y lo incorrecto, pero eso no deja de ser un ejercicio de intenciones, y en gran medida resulta injusto.

Estoy muy de acuerdo con Marcelino Madrigal, autor del blog que cito anteriormente, en que somos muy de llevarnos las manos a la cabeza cuando la historia tiene repercusión mediática, y más pasotas cuando los protagonistas son anónimos. Aunque no creo que en el fondo la cuestión sea así.

Para mí, la pederastia es un asunto que, afortunadamente, repugna a la inmensa mayoría de la sociedad. El problema es que las instituciones y las leyes están para algo, o deberían estarlo. El ciudadano de a pie ve en las noticias que la policía desmantela redes de pederastia, y piensa que se está haciendo algo al respecto, y no cabe duda que así es, pero a todas luces resulta insuficiente. A diario leemos noticias sobre curas pederastas, o sobre el caso del profesor de karate canario, o vemos reportajes tipo "Callejeros" en Tailandia, Brasil, India, donde se nos cuenta como niñas pequeñas ejercen la prostitución, y de qué forma los europeos y estadounidenses peregrinan a estos lugares para satisfacer sus fantasías pedófilas con cierta facilidad. Y da la sensación de que estamos normalizando esto, como si ya no escociera, como si fuera algo que no se pudiera arreglar, como si hubiéramos tirado la toalla.

Sánchez-Dragó merece un escarmiento. Si no por pederasta, al menos por merluzo. Y todos deberíamos hacer una reflexión al respecto, sobre lo que estamos haciendo, sobre lo que no estamos haciendo, y sobre lo que deberíamos hacer.

Yo invito a todas las personas a que denuncien, y si no es denunciable, al menos a que rechacen ciertas cosas. Páginas que permiten a menores, no ya de 18, sino niños y niñas de 12 y 13 años, registrarse y subir fotos de ellos en ropa interior, o en actitudes sexualmente insinuantes, están a la orden del día. No siempre se puede hacer algo al respecto, pero si señalamos con el dedo y en masa, como hemos hecho con Dragó, probablemente haya gente que se tome más en serio este problema.

La pederastia existe, está entre nosotros, delante de nuestras narices. A veces le podemos poner nombre y apellidos, y a veces no, pero siempre hay que intentar hacerle frente. No creo que sea fácil esconderse de quinientos millones de usuarios, a no ser que los quinientos nos estemos haciendo los tontos, como parece ser que está ocurriendo.

martes, 26 de octubre de 2010

Dios los cría

Este es el título del libro en el que Sánchez-Dragó afirma, sin escrúpulos, que es un pederasta:

"En Tokio, un día, me topé con unas lolitas. Pero no eran unas lolitas cuelesquiera, sino de esas que se visten como zorritas. Con los labios pintados, carmín, rímel, tacones, minifalda...tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas empezaron a turnarse, mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba".

Me ahorraré los insultos hacia este hombre, por lo ineficaces. Lo que más patético me parece, es que él no solo se jacta de este tipo de acciones (que vete a saber si son ciertas, o el resultado de un mal viaje), sino que a menudo considera que la gente le envidia. Cree que él tiene la suerte de haber vivido una serie de experiencias, y que el resto de los mortales somos unos tristes conformistas, en su mayoría víctimas de una moralidad que frena unos sentimientos que él ha conseguido liberar.

Por supuesto, todo esto viene en un envoltorio literario, con nombres de filósofos, escritores, alguna pincelada de historia y mucha verborrea. Parafraseando al magnífico Paco Calavera, es como coger una mierda y bañarla en oro.

Yo no entiendo tanto de literatura, ni de filosofía, ni he viajado tanto como el señor Dragó. Pero no necesito nada de eso para saber que gente como él sobra en este planeta.

No voy a comprar ese libro. Espero que poca gente lo haga. De hecho, espero que nadie compre nunca un libro de este personaje que, está tan pagado de sí mismo, que no es consciente de lo repugnante que resulta.

Si creyese en la reencarnación, dejaría de comer jamón el mismo día en que mueras, por si acaso... porque no te trago.

lunes, 25 de octubre de 2010

El cañón de luz

El jueves 21, y el sábado 23 actué junto a Miguel Lago en dos teatros, a través de Paramount Comedy.

La primera actuación fue en el Teatro Principal de Orense, un teatro para 400 personas, muy bonito, con el público muy cerquita del escenario y muy acogedor. Y la segunda en el Auditorio Municipal de Lugo Gustavo Freire. Mucho más grande (creo que caben alrededor de 1000 personas), aunque de un aspecto más frío, tal vez por el tamaño, o tal vez porque efectivamente hacía frío dentro.

Actuar en teatros, sobretodo cuando el público es como el que me encontré yo en Galicia, es una verdadera gozada. Visto desde afuera, tiene que ser la leche. Y digo visto desde afuera, porque durante la actuación tienes una sensación de soledad extraña. Sabes que hay cientos de personas mirándote, pero no las ves. Tú solo ves una luz cegadora, que surge de la oscuridad más absoluta. Podrían ir poco a poco saliendo a hurtadillas y no darme cuenta. Lo único que pensaría sería "Vaya, no se están riendo mucho".

Pero las risas y los aplausos, te confirman que siguen ahí, y en ocasiones retumban con tanta fuerza que te hacen sentir aun más pequeño. Porque no tienes un decorado, ni compañeros pululando por las tablas. Estás ahí en medio, solo, perseguido por el inevitable cañón de luz, que no se deja esquivar, y que te mantiene en el centro del círculo que se dibuja en el suelo del escenario.

A veces, con la mano a modo de visera, aciertas a distinguir unas cuantas hileras del patio de butacas, y puedes ver a toda esa gente mirándote, escuchándote, esperando que les hagas reír. Han venido desde sus casas, algunos han salido exclusivamente para verte, y luego regresarán. Otros te han incluido en su plan de ocio, pero nadie está allí por casualidad. Saben a lo que van.

En total, he estado una hora sobre las tablas, en dos bloques de treinta minutos. Tres días en Galicia, para una hora. He podido disfrutar paseando por el centro de Lugo, que no lo conocía, ni había visto nunca su enorme muralla. He vuelto a las calles de Orense, y he cenado de lujo en un restaurante cuya camarera decidía lo que me traía y lo que no (yo pedía, y ella hacía luego lo que creía conveniente, y creedme que se lo agradezco porque su criterio resultó exquisito). Y además he tenido la suerte de poder compartir todo esto con David, el chaval de producción de Paramount, que ha resultado ser un compañero de viaje cojonudo, y a ratos con Miguel Lago, que no nos acompañó todo el viaje porque tiene la suerte de tener campamento base propio en Vigo.

Ha sido solo una hora, medio cegado, hablando con la esperanza de que sumergidos en la oscuridad, haya cientos de personas pasándolo bien. Una hora que ha dado sentido a mil doscientos kilómetros y tres noches de hotel. Una hora que no cambiaría por ninguna otra en esas cerca de ochenta que he pasado fuera de casa. Y eso que de esas ochenta, por lo menos 10 han sido en restaurantes gallegos, y el que me conozca sabe lo que eso significa para mí.

En definitiva, una hora de felicidad, que espero que se repita tantas veces como sea posible a lo largo de mi vida.

lunes, 18 de octubre de 2010

Hispania, La Leyenda

El lunes 25, a las 22:30 se estrena en Antena 3 la serie "Hispania".

En condiciones normales, no dejaría de ser un estreno más, pero este caso es especial, porque uno de los protagonistas es mi gran amigo Hovik, mi hermano de comedia. Ya tengo ganas de verle, falcata en mano, despachando romanos.

Yo creo que lo suyo ha sido cuestión de suerte. No hay más. Sólo suerte. Porque ha tenido la suerte de nacer con talento, y la suerte de tener una capacidad de esfuerzo muy por encima de la media. Tiene la suerte de tener un físico con el que no pasa desapercibido, tiene la suerte de tener una voz especial, y la suerte de tener una personalidad que le hace pasarse por el forro de los cojones algunas cosas por las que muchos otros venderían su alma al diablo. Como digo, pura suerte.

En su día, ya me sorprendió, y de esto hace ya más de dos años. Varios escenarios, algún que otro viaje, y muchas cervezas después, puedo decir que tengo la suerte de tener como amigo a un hombre que parece que todo lo que hace, lo hace bien.

Yo sé que en el fondo no es así, porque le he visto fallar, le he visto pasarlo mal, y le he visto enfadarse cuando las cosas no salen como él quiere que salgan. Pero también le veo escribir (el cabrón no para, es algo constante en su vida), le veo poner el corazón en todo lo que hace, y le veo crecer y crecer cada puñetero día desde hace, como digo, más de dos años.

No sé qué pasará con la serie, ni en qué andará metido este hombre dentro de otros dos años, pero si hay una cosa que tengo clara es que tiene suerte de ser como es, y yo la suerte de tenerle cerca.



Estoy convencido de que llegará muy lejos, porque tiene algo especial, algo que hace que todos a su alrededor terminemos admirándole, por un motivo u otro. Pero sobretodo, porque no se merece otra cosa.

¡Grande Hovik!

miércoles, 6 de octubre de 2010

¡A ver si nos vemos!

La de veces que he podido decir esta frase (o escribirla, ahora que las redes sociales son el medio de comunicación por antonomasia).

Y lo cierto es que lo digo con la mayor y más absoluta sinceridad, y al mismo tiempo con el convencimiento de que en más del 50% de las ocasiones, es difícil que se cumpla a corto plazo. Hay decenas de personas con las que tengo pendiente comidas, cenas, cañas, charlas... Pero parece que nunca es el momento adecuado para ponerme al día. Cuando no son discrepancias geográficas, son por horarios, obligaciones, etc.

De repente, un día tienes tiempo, y terminas quedándote en casa, sin hacer nada. Y cuando caes en la cuenta piensas "vaya, podría haber aprovechado para llamar a fulanito", pero ya pasó.

Por eso, cuando de repente se organiza una quedada, una cena en grupo, un maratón de comedia, o cualquier cosa que te permita ver a mucha gente a la vez, es como una tabla de salvación, porque sabes que vas a poder matar muchos pájaros de un solo tiro.

Pero hay mucha gente a la que no puedo meter en estas movidas. Gente a la que tengo que ver en exclusividad, con las que tengo que quedar de un modo más concreto, y es esta gente a la que más difícil me resulta ver con la asiduidad que me gustaría. A veces quedas para comer, pero sabes que tienes a lo sumo una hora y media, porque tiene que volver al trabajo, o porque tú tienes que irte de viaje, y aunque consigues salvar en parte esa ausencia, terminas quedándote con las ganas de que la cosa se alargue un rato.

Y otro problema que hay, es que la gente con la que quedas te hace mil preguntas relacionadas con tu vida nómada: ¿Y viajas mucho? ¿Y conoces a fulanito que sale en la tele? ¿Qué tal te va con los monólogos? Y supongo que es normal, pero a menudo me gustaría que ellos me contaran su vida, sus proyectos, sus movidas...

Porque la sensación final es que no solo no los ves, sino que no tienes ni puta idea de qué es de sus vidas, y terminas por sentirte aun más alejado, si cabe, de tu gente. Y mucha culpa la tengo yo, que soy un charlas, y en seguida entro al trapo y me pongo a contar anécdotas, historias, etc.

Mucho tienen que quererme mis amigos, para no terminar hasta los huevos de mí, de mis historias repetidas, de mis pegas a la hora de cuadrar agendas, y de mis ausencias en general.

No os hacéis una idea de lo que os lo agradezco

domingo, 12 de septiembre de 2010

Actitudes y aptitudes

El jueves tuve la enorme suerte de volver por Mallorca, al Templo Buddha, que es un sitio genial.

La última vez que estuve por Mallorca ya tuve movidas en el aeropuerto, pero esta vez viajaba con Air Europa, por lo que se suponía que las ensaimadas que pensaba traerme de vuelta no iban a ser un problema, y de hecho no lo fueron.

Lo que sí me tocó las narices es que volví a comerme otra hora y pico de retraso en mi vuelo en Barajas. Lo de "comí" es literal, porque las empleé en comerme un bocata (a precio de solomillo, eso sí). Pero finalmente volé, llegué a Mallorca y además muy contento porque pude cambiar mi asiento por otro en la salida de emergencias, por lo que de nuevo evité la gangrena en las piernas.

Lo que yo no imaginaba era lo que me iba a pasar en la terminal. Tenía que coger un taxi hasta el hotel, así que me fui para la parada, y cuando llego, me doy cuenta de que hay una pasarela, flanqueada por barandillas metálicas, que obliga a formar una cola para coger los taxis. Me asomo por la cola, veo que no hay ABSOLUTAMENTE NADIE, paso por encima de la barandilla y un señor, que al parecer es el encargado de la cola (esto ya lo predijeron Faemino y Cansado), y me dice que tengo que "hacer la cola". Transcribo la conversación:

Encargado de la Cola (EC): ¡Tiene usted que hacer la cola!
Yo: No hay nadie en la cola
EC: Hay cinco personas

Me asomo, y en ese momento, empiezan a entrar por la pasarela unas cinco personas (ojo, esto está como a 50 metros de distancia). Me sonrío, le digo que vale, que muy bien, y me espero. Cuando pasan las cinco personas, vuelvo a pasar...

EC: Le he dicho que tiene que hacer la cola
Yo: A ver, no hay NADIE en la cola
EC: Si no te gusta, te puedes ir
Yo: ¿Pero para qué narices quieres que vaya hasta allí? ¡No hay nadie!
EC: ¿Quién está aquí? ¿Eh? ¿A quién a puesto AENA aquí? ¿A ti o a mí?
Yo: Afortunadamente a ti. Yo prefiero hacer otras cosas
EC: Pues ya sabes, si quieres pasar tienes que hacer la cola
Yo: ¿Quieres verme pasear? ¿Es eso? Bueno, pues voy a pasear para tí

Me doy media vuelta, camino junto a la pasarela VACÍA, me pongo al comienzo, espero unos segundos a que haya gente aproximándose (me gusta que haya público), y comienzo a gritar: ¡Ehhhhhhh! ¡Ehhhhhhhhh! ¡El de la colaaaaaaaa! ¡Mírameeeeee! ¡Soy el primero, tío! ¡Lo he conseguido! ¡Soy el primero! ¡Mírame como camino!

Mientras camino por la pasarela sigo gritando tanto como mis pulmones me lo permiten, y los taxistas, que estaban todos fuera de sus coches, en un grupito, se descojonan y algunos hasta me aplauden. Yo sigo gritando: ¡Estoy caminando para ti! ¿Me ves? ¿Ves como camino por la cola? ¿Eh?

Por fin llego a donde está el tipo este en cuestión, y de nuevo repetimos la escena:

Yo: ¿Qué? ¿Contento? ¿Te ha gustado? ¿Ya puedo pasar?
EC: ¡Coge ese!
Yo: Muchas gracias, pichita!!

Y me meto en el taxi. El taxista, acojonado, me dice "por favor, no lo pagues conmigo". Le explico que no estoy enfadado, que simplemente alucino con la tontería de tener que hacer una cola vacía, y ya está. El taxista me contó alguna otra anécdota, y comprendí que este señor debe aburrirse mucho en su trabajo, y seguramente hace esto por dar una pizquita de sal a su vida cotidiana.

El caso es que yo iba a hacer un monólogo. Pero si, por ejemplo, voy con prisas porque tengo un familiar en el hospital, o en un quirófano en ese instante, a lo mejor tengo que mandar a tomar por culo al tipo, y liar un pollo. Yo creo que está bien que haya gente que asegure un servicio de taxis ordenado, cuando hace falta, cuando hay aglomeraciones, pero hay veces que la gente lleva las normas al grado de estupidez.

En fin, yo decidí reírme de la situación, en vez de tener una bronca, pero como digo, un día alguien tendrá prisa de verdad, estará tenso y preocupado por algo, y se encontrará con el Señor de la Cola, que le obligará a hacer un paseo inútil, y se va a liar, te lo digo yo, se va a liar...

Mirad esta escena, es la que me vino a la mente :o)

lunes, 6 de septiembre de 2010

Héroes

Han condenado a Jesús Neira por ir conduciendo borracho por la M-40

Por lo visto dio más del triple de la tasa de alcohol permitida en sangre, pero él dice que no, que no iba bebido, y que el problema fue que había tomado pastillas. Me fastidia un poco que gente a la que se le presupone cierta inteligencia pretenda tratar a los demás como gilipollas.

En su día, este señor defendió a una mujer a la que estaban maltratando, y eso está muy bien. De no haber sido porque le golpearon brutalmente, no habría pasado de ser una buena acción más, como las que a menudo suceden por todo el mundo, pero eso no le resta mérito.

Pero la raza humana tiende a crear mitos, a crear héroes, y la combinación de su buena acción con su posterior calvario como consecuencia de los golpes, hicieron que se le encumbrara como símbolo a seguir.

El problema es que se etiquetó como héroe a una persona por una acción concreta, y en realidad, no se tuvo en cuenta a la persona en sí, sino una acción puntual. Se le nombró presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional contra la Violencia de Género, y se presupuso que estaba cualificado para ello, más por ser un símbolo social, que por otra cosa.

Pero poquito a poco vamos conociendo más a Jesús Neira. Cuantas más apariciones públicas hace, cuantas más declaraciones, más se va definiendo.

A día de hoy, para mí, Jesús Neira no es ningún héroe. Al menos no lo es más que muchas de las personas que en un momento dado han hecho lo que debían.

Por suerte, no mató a nadie con su borrachera, pero quiero pensar que habrá consecuencias, y que este señor dejará de presidir un cargo que le viene grande. Porque si su único aval es ser un símbolo, creo que se queda corto de crédito.

martes, 31 de agosto de 2010

Planes

Llevo un tiempo planeando una cosa: quiero irme a Estados Unidos y probar si puedo hacer unos minutos de monólogo en inglés.

No se trata de hacer una mera traducción de textos. Quiero ver si soy capaz de adaptar parte de mi material (todo no es viable, por una cuestión cultural), y de adaptar también el estilo a la hora de interpretarlo.

En el peor de los casos, siempre puedo decir que no era fácil, que si el idioma, etc. Pero si sale bien, será una experiencia increíble. Y una cosa es segura: haré turismo. Ya hace tiempo que quiero ir a Nueva York, y a Las Vegas.

Y si me pongo en modo optimista, a lo mejor incluso podría darse el caso de que no solo me dejaran actuar en alguna noche de micro abierto, sino que tal vez, podría actuar en toda regla en algún local. Eso estaría bien... ¡Vacaciones parcialmente autofinanciadas!

De momento tengo lo más difícil por delante: mejorar el idioma. Una buena forma puede ser visualizar vídeos en youtube, y dejar que el oído se vaya acostumbrando. Por ejemplo este, en el que una heckler dispara la locura de Bill Hicks. Acojona... :o)

martes, 17 de agosto de 2010

El cuento de nunca acabar

Conocí a Archie en un curso de improvisación.

El chaval es gay. Además es de esos gays que no necesitan decir que son gays, por lo evidente. Además, lo utiliza en parte como tema en sus espectáculos. Porque Archie, entre otras cosas, es cómico. Tuve la suerte de compartir con él una noche las tablas de un restaurante en Usera, en una noche muy divertida.

En este instante en que escribo, Archie debe estar recuperándose de una operación que le han hecho hace unas horas. Por lo visto, iba paseando tranquilamente por la calle con un amigo cuando una pandilla que se cruzó con ellos les insultaron, y terminaron dándoles una paliza. ¿Por qué? Por homofobia.

Yo estoy muy cabreado, pero minutos antes de entrar en quirófano, Archie hacía bromas sobre la epidural. Me tranquiliza saber que los homófobos no han conseguido apagar ni un ápice la chispa de Archie.

Amigo, desde aquí te deseo una pronta recuperación, y espero que volvamos a compartir risas lo antes posible.

Aquí os dejo un himno en el que, sinceramente, creo.

martes, 20 de julio de 2010

Itinerarios

A veces se dan circunstancias en la vida que te hacen vivir experiencias curiosas, otras simplemente el destino se confabula para enredar las cosas y complicarlas un poco.

Estos días he tenido la suerte de estar en la provincia de Girona, y aunque no he podido disfrutar del entorno como hubiera querido (menuda novedad), algo siempre queda.

Lo malo es que yo no sabía que iba a la zona de Girona, así que me pillé un vuelo a Barcelona. Esto supuso que, además del vuelo y el autobús hasta la Plaza de Cataluña, tuve que pillarme un tren en la renfe de Paseo de Gracia hasta Girona, que por horario me tocó un regional de los que hacen paradas por un tubo, lo que supuso algo más de hora y media de viaje.

Si a esto, que de por sí ya es un meneo en condiciones, le sumas que los controladores aéreos se han puesto todos malitos a la vez (mira tú qué cosas), lo que provocó un retraso de dos horas en mi vuelo, pues tienes una bonita combinación. Porque ya el hecho de cogerte un metro y llegar hasta la T4, que en mi caso implica dos transbordos, es una aventura. Y ojo, me doy con un canto en los dientes de que no me coincidió la huelga de metro.

Esto supuso salir de mi casa a las 9 de la mañana, y llegar al hotel en Girona a las 17:00. Si mis cálculos son correctos, en coche me habría salido mejor las cosa. Aunque para la próxima imagino que bastará con que el vuelo sea directo a Girona para mejorar los tiempos.

El caso es que le primera noche actué en Figueres, y al terminar regresé a Girona, al hotel. Y aquí empieza la aventura.

Al día siguiente tenía que actuar en Malgrat de Mar, que es el último pueblo de Barcelona, antes de entrar en Girona. De allí, al terminar, no regresé al hotel, puesto que tenía que estar en el aeropuerto de El Prat a las 6:00am, por lo que diréctamente me llevaron al aeropuerto (gracias Gerard!!). Saqué la tarjeta de embarque en un dispensador automático, pasé el control, y me senté en una cafetería que estaba abierta a tomarme un café y un croissant. Acto seguido me fui a la zona de las puertas B, con la idea de echarme en un banco a dormitar, pero ¡Oh sorpresa! Los bancos del Prat tienen brazos separando cada asiento. Imposible echarse, así que acerco dos bancos, pongo el cuerpo en un asiento, la cabeza sobre uno de esos brazos puñeteros, y los pies (sin zapatos, que uno es cívico) en el banco de enfrente.

Como soy un maniático de la seguridad, me amarro una gomilla que llevo para hacerme la coleta (que en breve regresará a mi vida) al asa de la maleta, porque lo último que necesito es despertar y no tener maleta, y como puedo intento dormir.

Debí conseguirlo en algún momento, porque a pesar de tener la sensación de que no había dormido, el tiempo pasó lo suficientemente rápido como para convencerme de lo contrario. A las 6 me levanté, me agencié otro café y otro croissant, y cuando terminé, mi avión estaba embarcando gente.

El dios de la fortuna hizo que el avión no estuviera completo, y que los asientos de las puertas de emergencia estuvieran libres, y en cuanto cerraron la puerta me cambié de sitio, así que mantuve la circulación sanguínea en las piernas durante todo el vuelo.

Y el motivo de haber cogido el vuelo tan temprano no era otro que poder estar en Madrid a tiempo de recoger mi coche, y zumbar para Ferrol, donde mi amigo Jesús se casaba con Nerea. Encima pude juntarme con mis amigos de toda la vida, lo que hizo que la boda fuera una fiesta en toda regla. Esto, por supuesto, después de 600 kilómetros de coche, sumados a mis maravillosos instantes aeroportuarios, mis trenes, etc.

Y al día siguiente, a las 11 en planta para desayunar, y coger el camino de vuelta a Madrid, ya que por la noche tenía que estar en Villalba, donde terminé quedándome hasta las tantas de la mañana, de cháchara con unos amigos, y el mago Miguel Miguel. Cuando por fin cogí la cama, la mía, la de casa, fue como una bendición.

Está claro que hay combinaciones mejores, pero las cosas salieron así. Al menos, lo fundamental, salió bien: Gracias a la gente del Mon de Nit en Figueres, a la gente del Opium de Malgrat de Mar, y que vivan los novios, mis amigos y la peña del Massai Café de Villalba. Sin vosotros estos cuatro días habrían sido simplemente una paliza.

miércoles, 14 de julio de 2010

¡Campeones!

Sabe Dios que no soy futbolero, pero creo que a estas alturas todo el mundo es consciente que lo de Sudáfrica trascendió de lo puramente deportivo, y se convirtió en un hecho de interés nacional. No se trataba de un puñado de chavales galopando tras un balón, sino de una metáfora del trabajo en equipo, de las buenas maneras, del saber hacer las cosas, a pesar de que las circunstancias no siempre fueron las más adecuadas.

Ahora Holanda dice que el árbitro les robó el partido. Bueno, las opiniones son como el culo, que todos tenemos, pero afortunadamente todo el planeta pudo ver el juego de Holanda, las patadas, la suciedad y la bajeza de una selección que lejos de jugar al fútbol, se centró en crispar a los españoles a base de mamporros. Finalmente se han llevado su merecido.

Y por fin se acaba el mundial. Para mí es una alegría extra el hecho de que hayan ganado la copa, porque me han suspendido actuaciones por culpa de los partidos, así que al menos ha merecido la pena el sacrificio.

Y casi sin querer, ya estamos metidos a fondo en el verano, y todavía no me he dado ni un miserable chapuzón en la playa. Ni siquiera en una piscina, y estoy viendo que este año va a andar escaso en chapuzones.

De hecho, lo que llevo de verano lo he repartido entre hospitales, aeropuertos, hoteles y mucha carretera, y la verdad es que empiezo a necesitar un poquito de desconexión, de descanso, del silencio subacuático que tanto me relaja.

Entre mis planes está también el irme unos días a Nueva York, con la clara intención de hacer unos minutillos en algún comedy club, porque es una experiencia que quiero sentir desde hace algún tiempo, pero sería para septiembre, y siempre y cuando sea capaz de tener un par de bloques en inglés. No es fácil, pero ¿Qué es lo peor que me puede pasar? ¿Que no se rían? Es algo que he vivido ya, y creo que puedo superarlo. Pero si la cosa sale bien, será un subidón!!

Ojalá algún día el Stand Up español llegue al nivel que hay en USA. Sé que son culturas diferentes, que son trayectorias diferentes de un estilo de comedia, que allí llevan muchos años ya y todo eso, pero el cambio empieza a notarse, y con un poco de suerte podremos vivir esa evolución. No digo que el humor típico español tenga que desaparecer, en absoluto, pero creo que hay que ir diferenciando, enriqueciendo y abriendo el abanico, y eso es responsabilidad de todos aquellos que abogamos por ese cambio.

Espero estar a la altura cuando llegue el momento. Pero si no lo estoy, al menos estaré disfrutando de aquellos que sí lo estén.

Os dejo un trozo de una actuación de George Carlin. Espero que os guste.

domingo, 23 de mayo de 2010

Cansancio

Estoy agotado.

Llevo una racha de no parar que me está dejando física y mentalmente agotado. No me preocupa, porque sé que se acerca el verano, y siempre se nota un bajón, que aprovecharé para considerarlo como vacaciones.

La semana gallega resultó ser fulminante, pero volví de allí con un buen sabor de boca importante, y no sólo por la ruta culinaria, siempre inevitable en esas latitudes, sino por todo en general. El aniversario del Mármara de Vigo fue increíble, y la gente de Vigo se portó genial conmigo. Encima estuve acompañado por otros cómicos, y eso siempre es un punto favorable. Pero no solo disfruté de Vigo. También conocí Pontevedra, La Guardia, As Pontes... Y en todas partes encontré gente cojonuda, que me regalaron noches para no olvidar, y que me hacen pensar que la de cómico es una de las mejores profesiones del mundo.

Pero lejos de descansar, la semana siguiente estuve en Marbella, luego en Ciempozuelos, donde además pude conocer en persona a Unay, un pequeño maromillo de dos semanas de vida, que es el hijo de mi buen amigo Carlos, al que considero un hermano. Después me tocó ir a Badajoz, donde pasé un poco de vergüenza por la calle, que habían forrado con fotos mías por todas partes. Iba caminando y mirando al suelo cada vez que me cruzaba con una hilera de carteles (porque los ponían de diez en diez). Y de Badajoz, a Carrizo de la Ribera, en León, donde además de dormir en una posada bastante chula, pude hacer algo de turismo rural durante el domingo.

Pero es que la semana siguiente, vuelta a Málaga,esta vez en la capital, que me vino genial para poder quedar con mi amiga Belén, a la que no veía desde la noche de Reyes Magos. Y de Málaga a Mallorca, que no sé si por subconsciente infantil, o porque sencillamente es una tierra especial, siempre me quedo con las ganas de más. Lo malo fue que al volver tuve que compartir vuelo con decenas de alemanes borrachos que venían para la final de la Champions, gritando todo el rato.

Encima, en el aeropuerto se dedicaron a tocarme los kiwis desde el momento que entré por la puerta. Primero, retrasando el vuelo de las 16:25 a las 17:10. Voy al control para pasar dentro de la zona de embarque, y me dicen que tengo que abrir la maleta porque hay "algo" en mi neceser. Es un bote de mousse fijador que uso para el pelo. Le digo al tipo que llevo lo mismo que traje de Madrid, y que no hubo problemas, pero me dice que se la suda (no con esas palabras), y me dice que no puedo pasar el bote, que tiene que ser de como máximo 100ml, y que el que llevo yo, tiene 200ml. Le digo que el tarro está con solo 1/3 de producto, por lo que llevo menos de 100ml, pero me dice que como el envase es de 200ml, pues que no pasa. Entonces ¿Se puede llevar una botella vacía mayor de 100ml? Porque si lo importante es el contenido (quiero pensar que es así), ¿Qué más da si el bote tiene más capacidad? ¿Qué pasa si meto nitroglicerina en un tarro de 50ml? ¿O si llevo 4 botes de 100ml? El tipo se reía, pero me dice que tengo que facturar la maleta. Evidentemente, y volando con Ryanair, me niego a facturar y le digo que se quede el bote, pero como el tío tenía una buena calva, y el resto del pelo bastante corto, le dije "total, a ti no te sirve".

Paso el control, ya sin mi preciado mousse, y me dirijo a la puerta de embarque de mi vuelo. Al pasar por las tiendas de duty free, veo las ensaimadas, y me agencio una. Tras un buen rato esperando, comenzamos a embarcar. Un grupo de alemanes (que se supone que es gente seria y ordenada) se pasa por el forro de los cojones la cola que habíamos hecho, y empiezan a embarcar. Como son inmensa mayoría, nadie dice nada. Cuando voy a entrar me dice la azafata que no puedo subir al avión con tres bultos. ¿Tres bultos? Llevo una maleta de mano, una puta ensaimada, y una bandolera en la que solo cabe mi cartera y la funda de las gafas. Le digo que no son bultos, y me dice que tengo que facturar. Me descojono en su cara, y le digo: ¡Observa!

Mientras la chica me mira, abro la maleta, meto la ensaimada y la bandolera, y la vuelvo a cerrar... Me niego a pagar a Ryanair por poder llevarme una ensaimada. Además, si mi ensaimada es un bulto ¿Por qué los sombreros de los alemanes no lo son? ¿O las bufandas? ¿Si le pongo una gomilla a la caja de la ensaimada y me la pongo en la cabeza puedo pasar? Me tocan las narices las gilipolleces que tienes que aguantar a veces en los aeropuertos. Si quieren seguridad, que se lo curren. Porque me descojono yo de la seguridad cuando un día te quitan un tarro de fijador, y al siguiente te ignoran mientras pasas por el arco porque el vigilante que debería mirar las pantallas, está de coñas con la chica que lleva los guantes de latex y predispuesta a sobarte si es necesario.

Y es que lo de Ryanair ya roza lo absurdo. Que si la maleta pesa más, hay que facturar: paga. Si no imprimes el billete en tu casa, y tienen que dártelo ellos: paga (40 eurazos además... debe ser que lo imprimen con pan de oro). Intentan sacar pelas de donde pueden, hasta el punto de vender "rasca y gana" durante el vuelo... Un día de estos la azafata se despelotará, y paseará por el pasillo para que le metamos billetes en el tanga (Que no es tan descabellado, cuando en su revista sacan mensualmente a una de sus azafatas medio en pelotas en la página central).

Y encima de las 17:10 ni de broma, salimos sobre las 17:30, después de tenernos sentados y sin movernos cerca de media hora, lo que amplió de una hora, hasta una hora y media mi estancia con los alemanes borrachos que no paraban de gritar.

Afortunadamente, cuando llegué a casa, me duché, me cambié y me fui a cenar al Green de Coslada con mis compañeros, para terminar haciendo monólogos en el cierre de temporada del local. Mariano es un crack, y allí estuvimos hasta las tantas de la madrugada en lo que terminó siendo una noche mortal, pero de las que hay que recordar. Pude ver a cómicos que nunca había visto (Raul el Massana, Juan Carlos Córdoba y Joseba Pérez), que son tres monstruos, y además volver a compartir escenario con mis queridísimos Hovik y Fontecha. Encima se pasaron por allí muchos amigos (Nacher, Nene, JuanKr, Harry Potter y alguno más). Los amigos del Paso de la Cebra, y algunos amigos más que anduvieron por allí, así que la noche fue redonda. Eso sí, en redondo caí yo en la cama, y al cerrar los ojos empezaron a bailar en mi cabeza las imágenes de toda la semana, la playa, los alemanes, mi bote de mousse desapareciendo en la basura, las actuaciones, la carretera... y por fin pude descansar, aunque todavía ando un poco agilipollado.

lunes, 3 de mayo de 2010

Arena, Sol y Espuma... de cerveza

Parece que por fin el frío se aleja de nosotros.

Para mí es importante, porque me paso medio invierno con la garganta jodida, entre el humo, los cambios de temperatura, los gritos, etc. Y además, me apetece poder disfrutar de vez en cuando de las playas que visito.

Estos días he podido pasear por las costas de Lanzarote, Tenerife y Almuñécar. No me he bañado, pero un paseo por la orilla es realmente gratificante, y una cervecita en una terraza, con el mar enfrente, es un regalo a los sentidos. Si a esto le sumas que las actuaciones han estado rodeadas de un ambiente de buen rollo generalizado, pues... ¿Para qué quiero más?

En Lanzarote lo pasé genial, porque encima había entre el público unas cuantas gaditanas, y además encontré a una amiga, así que luego estuvimos de cañas. Eso sí, Lanzarote en estos días está tranquilito.

En Tenerife ya tenía la experiencia previa del verano pasado, así que iba tranquilo. El público estuvo genial, como la vez anterior, y sinceramente creo que Tenerife se va a convertir en otro de esos sitios a los que quiero volver siempre que sea posible.

En Almuñécar era la primera vez que estaba, y la experiencia ha sido bastante grata. Buen público, y eso que al principio tenía miedo de que no fuera nadie, porque eran las cruces de mayo, y unas fiestas populares son siempre un duro rival.

Lo que no me moló tanto fue a la mañana siguiente. Iba con prisas, porque tenía que estar en Madrid para un proyecto en el que ando metido. Quería salir con tiempo, y cual es mi sorpresa cuando voy a recoger mi coche, cuando me encuentro una carrera ciclista. Habían hecho un circuito urbano, y mi coche estaba dentro del circuito, así que no pude sacarlo hasta que terminó la carrera.

Pero es que cuando enfilo el camino hacia Madrid, me encuentro que la A-7 está cortada. Me desvían hacia Málaga, busco una salida, el GPS insiste que que gire cuando sea posible ¿Por qué no hacen una opción para el GPS que sea "ahora no me toques los huevos"? Total, encuentro un cartel que pone "GRANADA", por la N-340, lo cojo, curvitas, curvitas y más curvitas... y de repente ¡Almuñécar! ¡Me apetecía volver, pero no tan pronto!

Al final tuve que ir hasta Motril (a 40 por hora, porque éramos muchos los que compartíamos carretera y semáforos). Al final llegué a casa con un buen retraso, pero a tiempo.

Ya en Madrid, tenían que recogerme para un rodaje. Fue divertida la experiencia, y espero que no sea la última, porque me está gustando este tema. Y luego, otra vez con prisas, porque por la noche tenía teatro en Gran Vía, con La Chocita del Loro. Una noche genial junto a Juan Aroca y José Andrés, que además de grandes cómicos, son dos tíos de putísima madre. A las tres y pico de la mañana estábamos guitarreando en el hotel Senator (pero bajito, ojo).

Y esta semana que empieza la paso en Galicia. Mañana estaré junto a Pepo Suevos, Miguel Miguel y Luismi en el Marmara de Vigo, en lo que promete ser una noche grandiosa. Y luego a recorrer Galicia, que siempre es un placer.

Y ahora os dejo una canción que escuché el otro día, y que me está gustando más por momentos:

jueves, 15 de abril de 2010

Comunicado de los bomberos en huelga de hambre

TODO COMENZÓ CON UNA CHISPA

Hoy en Villa Victoria de San Juan de Dios, frente al parque de bomberos de San Fernando, hemos decidido, junto a los representantes de la PLATAFORMA DE BOMBEROS DE CÁDIZ, posponer esta HUELGA de DIGNIDAD a la profesión de bomberos de Andalucía.

Finalizamos nuestra misión recuperando nuevas energías y ganas para seguir librando batallas allá donde sea necesario en busca de la justicia y la verdad.

Nos sería imposible mencionar a todas las personas que se han preocupado y movilizado. A todas ellas les agradecemos este bonito movimiento que ha generado un colectivo que hasta nos han hecho emocionar y llorar.

Reflexionemos todos, estos días se ha visto la condición humana en todas sus formas. Respetemos y hagamos fluir este movimiento altruista. No nos han coaccionado en ningún momento, y cuando lo intentaron, nos hemos sentido protegidos y amparados.

Perdón ante todo a nuestras familias por abandonarlos físicamente estos cinco días.

A los compañeros de los cuerpos de seguridad de San Fernando darles un fuerte abrazo por su apoyo.

A nuestros representantes sindicales por echarle dos huevos (democráticamente hablando), valorando su "honradez", asistencia y apoyo logístico. En especial a SBC/FASBO. Gracias directiva.

A los ciudadanos a los que nos debemos, decirles que nos han dado una lección de moral inmensa para que nos haga seguir luchando todavía más por ellos.

Es curioso que en el Bicentenario donde se celebran las libertades y derechos inherentes a la condición humana, nuestros políticos no se han dignado a visitarnos y disfrutar del amor que ha depositado el pueblo de San Fernando en el cuerpo de Bomberos. Debemos recordarles que ellos y nosotros estamos aquí por y para el pueblo, y que bajo ese principio tenemos que potenciar nuestros esfuerzos de entendimiento. Quizás para nosotros sea más fácil esa necesidad de ayudar al prójimo, pues nuestro bendito trabajo nos concede ese don.

A nuestros jefes, por favor no redundéis en políticas de represión, pues de esa forma nunca encontraréis el respeto y la admiración que tanto ansiáis. Esforcémonos a partir de ahora en realizar cada uno nuestros cometidos, y no increpemos a los demás. No juzguemos, pues no es competencia del hombre. Brindemos todos nuestros esfuerzos a nuestro honorable cuerpo de Bomberos, con el afán de recuperar el orgullo y la dignidad que caracteriza a nuestro trabajo. Vestid el uniforme con afán y admiración, pero también con humildad.

Se despiden un par de locos románticos, que creen que con la fe se mueve montañas. Quizás no hayamos llegado a eso, pero lo que está claro es que hemos aportado algunos granos para la construcción de un futuro que dependa de todos nosotros.

VIVE LIBRE O MUERE HOY

Manolo Vázquez y Paco Silva

lunes, 12 de abril de 2010

Confianza

Recuerdo un tiempo en el que confiaba en la gente. Tenías que hacerlo por cojones, porque a menudo tu vida quedaba en sus manos. Muchas veces no nos damos cuenta de que hacemos estas cosas, pero las hacemos.

Cuando te dedicas al rescate de personas, pasas momentos de riesgo. La gente no se ahoga los días con un tiempo cojonudo, o al menos no es lo habitual. Lo normal es que los problemas lleguen cuando la situación es jodida, olas grandes, fuertes vientos, corrientes... Y ahí la cosa se complica. Saltar al mar en condiciones de peligro siempre conlleva un riesgo, y en muchas ocasiones cuando saltas por la borda, tu vida y la de la víctima quedan en manos de los que tienen que recogerte. Esto crea vínculos entre las personas que se dedican a salvar vidas, porque saben que hoy dependes de tu compañero, y mañana tu compañero va a depender de ti. Uno de estos compañeros, que además es mi amigo, ha seguido dedicando su vida a salvar las de los demás, y ahora es bombero.

Yo he visto un vídeo en el que un bombero voluntario perdía la vida al caer de un sexto piso (a los gaditanos les sonará la historia porque una comparsa le cantó un pasodoble). Era voluntario. Ni siquiera era profesional. Pero es que para conseguir la plaza tienes que estar unos cuantos años como voluntario, eso da puntos para las oposiciones. Mi amigo estuvo siete años currando por la cara para finalmente aprobar la oposición, tras mucho sacrificio, del que fui testigo directo.

Hoy me ha llamado, y me ha contado que está en huelga de hambre, para protestar porque se sienten estafados por los sindicatos y los políticos, que han aprobado un convenio con el que no están de acuerdo. Piden mejores condiciones, mejoras sociales. No piden dinero porque saben que en crisis es absurdo. Piden que se repitan las votaciones del convenio porque las consideran amañadas.

El caso es que podrían hacer una huelga normal, de esas en las que sencillamente uno deja de trabajar y listo, pero ellos se han decantado por seguir trabajando y hacer huelga de hambre. Mi amigo está en este mismo instante cumpliendo con su turno de guardia, y lleva cuatro días sin comer, solo a base de agua y algún zumo.

Lo triste de esto es que, si esta noche se incendia la casa de la persona que presuntamente amañó los votos, o la del político que no les hizo ni caso cuando fueron a pedirle ayuda y explicarles su situación, mi amigo volverá a arriesgar el pescuezo para salvar una vida. Porque ellos salvan vidas, pero no miran la de quién. Porque son bomberos, y saben de fuego, de salvar vidas, de sacar a gente de entre los amasijos de hierro en los accidentes, y de jugarse el pellejo por cualquiera que pida socorro. No saben de politiqueos, y por eso cualquier charlatán encorbatado, con despachito en un edificio público es capaz de sonreirles, contarles cualquier milonga y hacerles ver que van a echarles un cable, y cuando salen por la puerta, asunto olvidado. No mueven un dedo, y todo lo que buscan es conseguir que no armen mucho ruido, que eso siempre es molesto.

Personalmente, confío más en los bomberos que en los politiquillos. Por desgracia, los politiquillos siguen teniendo buena parte del control de nuestras vidas. Lástima que el fuego no sea selectivo con sus víctimas.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Piano

Estoy aprendiendo a tocar el piano.

De momento lo hago solo, en casita y viendo vídeos de youtube, lo cual supongo no es la mejor manera, pero de momento es lo que me puedo permitir, ya que no puedo comprometerme a cumplir un horario de clases ni ensayos. Puede que en un futuro me busque algún profesor particular o algo, pero de momento voy a mi ritmo.

Es algo que he querido hacer desde que tengo uso de razón, pero por circunstancias nunca pude ir a un conservatorio, y cuando decidí hacerlo por mi cuenta, no me daban plaza. Cosas de la vida. Pero al igual que con la comedia, creo que nunca es tarde para empezar, así que en esas estoy. A ratos es frustrante, pero como ya tengo la experiencia de la guitarra, continúo tocando y tocando, porque sé que algo saldrá, tarde o temprano.

Además, tengo la firme intención de volver a componer canciones, así que el piano me puede ampliar el registro a la hora de probar cosas. Y si no, pues al menos disfruto en el intento. Y el siguiente intento es "God", de John Lennon. Esta canción, además, transmite un mensaje que comparto: Sólo creo en mí.

Por si a estas alturas alguien no lo sabe, yo soy ateo. No de esos ateos que dan la brasa a los que sí creen, yo respeto que cada uno crea en lo que quiera creer. Por supuesto hay cosas que critico de las religiones, pero también pienso que generalizar es la mejor forma de equivocarse, y que muchas grandes acciones son llevadas a cabo por colectivos religiosos.

Ojalá no hiciera falta creer en un dios para hacer cosas buenas, pero sea como sea, son bienvenidas. Yo por mi parte procuraré hacer lo posible para predicar con el ejemplo. Por cierto, cosas del lenguaje: ojalá significa "quiera Dios".



Creo que una buena música, acompañada de un buen mensaje, es un arma muy poderosa.

domingo, 14 de marzo de 2010

Catarro

Llevo todo el día en la cama, menos el rato que he estado en el sofá.

Me jode estar enfermo, porque me limita, sobretodo en esta vida nómada que llevo ahora. Empezó el jueves, después de cruzarme España, porque amanecí en Valencia, y tenía que actuar a las 23h en el Privée Arena, de Vigo.

Ya en Valencia la brisa marina hizo de las suyas al salir del restaurante a pie de playa, donde estuve dando buena cuenta de una paella y algunas cositas más con unos buenos amigos. Esa noche teníamos el aniversario del Farigola i Menta, en Torrent. Se puede decir que fue una noche bastante completita: música, magia, monólogos, cuentos, chistes... y muchas risas. Un día de esos en los que sientes que la comedia no es un trabajo.

El jueves se podría resumir como carretera y más carretera. Y ya en Vigo, el tiempo justo de dejar las cosas en el hotel, un par de llamadas telefónicas, una ducha y a la actuación. Ya estaba tocado. Agua del tiempo, caramelos de menta y al ataque. Decir que es la primera vez que me llaman homófobo durante la actuación. Un tal Gorka me llamó impresentable en su Twitter (además de homófobo y misógino), y una vez en el teatro de La Chocita del Loro en Gran Vía, hijo de puta. Pero nunca a la cara.

Esta fue la primera vez que tuve opción a réplica, y casi lo agradecí. Pero sobretodo porque el público me entendió y me apoyó, y el elemento en cuestión abandonó la sala. Hay que decir que había mucha gente gay allí esa noche, incluso había travestidos, que vinieron a saludarme y hacerse fotos conmigo. Lo que quiero decir es que ningún gay (al menos que yo sepa) se sintió atacado por mí esa noche, y es genial, porque jamás he atacado a ningún gay. El que piense que soy homófobo porque hago bromas sobre gays, lo siento mucho, pero es gilipollas. Y los que defienden a gente que no necesita defensa, puesto que no hay ataque, también es gilipollas. Y me jode insultar, pero estoy un poco hasta los cojones de tanta escasez neuronal.

Del mismo modo, se repite de un modo continuo el adjetivo "machista" cuando hago monólogos. Si hago bromas sobre chicas, alguna se mosquea. Si me meto con las tetas de silicona, soy un machista. Si digo que mi novia aparca mal, soy un machista. Etiquetas gratuitas que te ponen en base a un guión cómico. Sinceramente, denota pocas luces. Otra cosa es que te digan "tu monólogo es machista porque te metes siempre con las tías". Pues vale, lo acepto. No lo comparto, pero lo acepto.

Pero hay que saber distinguir entre guión y opinión. No imagino a ninguna de esas personas que tanto se ofenden por mis chistes, llamando a la policía cuando en una obra de teatro sale un actor haciendo de asesino. ¿Por qué con el monólogo les cuesta entender la diferencia?

Entonces un día ocurre, que terminas una actuación, se te acerca una chica ofendidísima y te dice que eres un machista, que si bla, bla, bla... y piensas en quitar ciertas bromas de tu guión, y facilitarte la vida. Incluso me han llegado a decir "pues el cómico de la semana pasada, cuando terminó el monólogo, estaba rodeado de tías para hacerse fotos, pero como tú las has cabreado...". Que esto ya sí que me parece gracioso.

Pero cuando llegan esos momentos de flaqueza, miro atrás y recuerdo qué cómico me hizo sentir por primera vez la sensación de que yo quería hacer eso. Y no hablo ni del club de la comedia, ni nada por el estilo, me refiero a que yo quería ser como ese tío, igual de cabrón en el escenario, igual de bestia: El gran Ignatius Farray.

Y os voy a decir una cosa, lamentablemente ni de lejos me parezco a ese monstruo del escenario, pero me sirve de inspiración en esos momentos en los que la opinión del público me hace dudar si bajar un poco el tono de ciertas cosas que digo. Veo lo que hace Ignatius, su valentía a la hora de enfrentarse al público y hacer su show le pese a quien le pese, y entonces mando todas esas dudas a tomar viento, y la siguiente vez que me subo a un escenario vuelvo a preguntar: ¿Hay algún maricón en la sala?

Y por si alguien no sabe quién es Ignatius Farray, ni sabe a qué me refiero, puede ver esto:




El que no entienda la diferencia entre ficción y realidad, puede insultarme cuanto quiera. Me resbala. Y puestos a hablar de Ignatius esta noche, voy a parafrasearle:

"Odio al público mediocre".

lunes, 8 de marzo de 2010

Jazztel

No entiendo a los de Jazztel.

Cada semana recibo varias llamadas, sobretodo de Jazztel, pero también de alguno más. He contratado un servicio que bloquea las llamadas entrantes anónimas, pero ahora me llaman desde el extranjero, o directamente me dejan ver el número.

El caso es que siempre les digo que trabajo en casa y que la empresa me financia la conexión, y esto en principio debería persuadirles de insistir, y normalmente cuelgan. Aunque una vez una tal Vanessa insistió en que escuchara su oferta... y lo hice, porque me pareció divertida.

Lo que no entiendo es que si reiteradamente les digo que no voy a contratar el servicio, que no soy un cliente potencial ¿Por qué insisten? Les digo que me pagan la conexión, que lo anoten y dejen de llamarme, pero siempre me dicen que no lo sabían. Esto me lleva a la siguiente reflexión: Si me hiciera cliente de Jazztel, y tuviera un problema con ellos ¿Cuántas veces tendría que llamarles hasta que me hicieran caso? Está claro que no se enteran, o no se quieren enterar de las cosas que les digo, así que sinceramente, creo que no me inspiran ninguna confianza. La forma en que organizan su información es, a todas luces, una chapuza.

Y si alguien de Jazztel lee esto, y considera que me equivoco, por favor que me lo demuestre borrándome de su puñetera base de datos de una vez.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Evolución

Para ser conscientes de los cambios hay que establecer un punto de referencia que nos permita comparar lo que somos ahora con lo que fuimos en un momento dado.

Las personas evolucionamos, y además lo hacemos en muchas y diferentes facetas. No siempre nos damos cuenta de ello, y tal vez solemos fijarnos más en unas cosas que en otras.Bien por evidentes, bien por el propio interés que despiertan en nosotros.

A menudo, este blog me sirve como marca sobre la que tomar medidas. Veo cosas que escribí, y recuerdo cómo me sentía en el momento de escribirlas, y a menudo me ayudan a relajarme a la hora de afrontar nuevos estados de ánimo. Por aquello de ver que las cosas, de un modo u otro, ni son para siempre, ni son tan rígidas como uno puede creer. Aporta positivismo a la hora de encarar el día a día.

Ahora tengo un puñado de proyectos en mente, y en este instante tengo la sensación de que son frágiles, complicados, inestables... Pero echando un vistazo a los post de hace aproximadamente tres años, puedo ver cómo imaginaba que saldrían las cosas, y lo complicado que parecía todo, y sin embargo aquí estoy.

Imagino que el proceso creativo depende en gran medida de la capacidad que tengas de inventar cosas. Pero también hay una componente de constancia, esfuerzo y cojones, que al final marcan la diferencia entre hacer cosas y no hacerlas. Y justo en eso estoy ahora, en mezclar todas estas componentes, a ver qué sale.

Lo que me gustaría es saber cómo han cambiado las cosas en aquellos aspectos que no soy capaz de percibir, y que a ratos me hacen sentir que no me entero de dónde estoy.

viernes, 22 de enero de 2010

Cómicos por Haití

En Haití las están pasando putas.

Está claro que uno no alcanza a comprender las dimensiones de una catástrofe como esta hasta que las vive desde dentro. Parece que cuanta más jodida es tu vida, más fácil es que te la jodan más. Y eso les pasa a los haitianos. Si Dios existe, deben de caerle muy mal estas pobres gentes, porque si no, no me lo explico.

Sea como sea, lo entendamos o no, hay que hacer algo. Un grupo de cómicos se están moviendo para organizar una actuación que nos permita juntar unas perrillas y colaborar con Haití. De esta forma, incluso en el caso de que te la sudaran los haitianos, podrías colaborar, porque en el cartel hay verdaderas figuras de la comedia, y no creáis que es fácil juntarlos a todos.

¿Cómo queda la cosa?

1 DE FEBRERO TEATRO COMPAC GRAN VIA

De momento estamos:

AGUSTIN JIMENEZ, JUAN SOLO, LA PARROQUIA DEL MONAGUILLO, HOVIK, LUISMI, CARLOS AGUILERA,ANGELITO EL LARGO, DIEGO ARJONA, SANTI RODRIGUEZ EL FRUTERO,MILETE,BERMUDEZ,CARLOS CLAVIJO,SALOMON,MIGUEL ESTEBAN, KIKO RIVERA...

Y digo de momento, porque hay cómicos que querrán estar, ya lo veréis, lo que pasa es que aun no han visto su correo :o)

Ya iré dando información sobre horarios, etc. Estamos en ello. Las entradas serán entre 20 y 30 euros (aprox). A ver si conseguimos que en Haití coman caliente y tengan donde meterse.

Para los que no puedan ir, pero quieran colaborar, habrá una fila 0.

Y por si alguien está pensando en poner mensajitos en plan "qué hipocresía, por qué no se hace antes?, bla, bla". Estoy de acuerdo, hay cosas que mejorar. Pero lo que pasa es que ahora tenemos prisa. Mucha prisa. Puedes entrar en youtube, buscar terremoto en Haití, y verás por qué.

Gracias!