martes, 26 de mayo de 2009

Giro al Infierno

Hay días que todo se conjura para amargarte la vida.

Vas a actuar a un sitio, y cuando llegas a la ciudad, la mitad de las calles están cortadas por las obras. Tú no tienes ni puñetera idea de por dónde coger, el GPS insiste en que cojas por una calle que parece Beirut en los 80, la geometría de sus calles es caótica, y las cábalas del tipo "si tiro para allá y doy la vuelta, lo mismo llego a la calle de al lado", no sirven, porque señales de prohibido te redirigen sin que puedas remediarlo hacia el infierno de las obras.

Cuando por fin logras salir del bucle, dejas el coche en algún lugar (en mi caso un parking público), llegas al hotel y parece que la pesadilla terminó, pero no es cierto.

Pregunto si hay WiFi, y lo hay. Intento conectarme, pero aunque la señal es cojonuda, y tengo la clave de acceso, no consigo IP. Me voy a la habitación y me echo una siesta. Llevo 4 horas conduciendo, así que me duermo rápidamente.

A las 22:30 salgo para la actuación, que está como a media hora en coche del hotel. Llego al sitio, que está completamente vacío, y la gente que va entrando se coloca en la diana o en el futbolín. A las 00:00, todavía hay poca gente, aunque algunos empiezan a colocar sillas y mesas, mirando al "escenario", que no es otra cosa que un hueco junto a la máquina de tabaco, en el que cuelga una lámpara que soy capaz de tocar con el hombro: No puedo ponerme debajo.

Al final, empiezo casi a las 00:30, con unas 25 personas. Aparentemente hay buen rollo, y la gente se ríe, incluso aplauden, contra todo pronóstico. Me siento en una pequeña silla, para no comerme la lámpara, aunque al final termino de pié, casi en medio del bar. Llego al descanso algo más tranquilo, parece que todo va bien.

Pero la gente se levanta, vuelven al futbolín y los dardos. Unas 10 personas abandonan el local, parece ser que tienen que trabajar al día siguiente... Pero entran unos cuantos también. No me preocupo.

Empiezo la segunda parte, y entra un chaval saludando a los colegas. Me interrumpe. Una chica se acerca a sacar tabaco de la máquina que tengo junto a mí. Incomprensiblemente, se empeña en pasar por detrás de mí, que estaba muy pegado a la pared ¿Es que hay cámaras o algo? Le digo que no hace falta que pase por detrás, pero ella saca tabaco, dice ¡Perdón!...¡¡Y vuelve a pasar por detrás de mí!!

A todo esto, al chico que entró saludando le suena el móvil, y yo le pido que lo apague. A los cinco minutos le vuelve a sonar, y le pido que por favor lo apague. A la tercera vez que le suena, le digo que por qué no se lo mete en el ano. A la cuarta vez (aquí nos miramos fijamente a los ojos), le dije ¿A tí qué clase de cromosoma te falta?

Llegamos al final (continué por las 10 personas que estaban en primera fila, y que me prestaban atención), y el chico del móvil y yo teníamos una deuda pendiente... o eso pensaba yo. Porque clavó sus ojos en mí, y cuando estabamos frente a frente, me dijo: ¿Tú cómo hace pa acordarte de tó eso?

Estaba claro que el chaval no era consciente de lo que había ocurrido. Así que me largué de allí. A la mañana siguiente tenía que madrugar, y quería dormir un poco.

A las 7:00am, estaba en planta. Enciendo la luz, y no hay luz. Me meto en la ducha y no sale el agua. Me visto y bajo a recepción. Por lo visto han cortado el suministro por las obras. Quiero un café, pero han cerrado la cafetería.... Recojo mis cosas y me voy a mi coche. Voy a pagar el parking, pero la máquina está fuera de servicio, y paseo por el parking buscando otra. Pago el puto parking, y salgo a la superficie. El GPS no coge señal, empiezo a circular (no hay donde parar por esa zona), y cuando el GPS coge señal me dice: "Gire a la izquierda". Lo hago, y me mete en una calle estrecha, con coches aparcados que me obligan a cerrar los espejos, porque casi no quepo. Tras 150 metros así, la calle termina en una escalera ¿Por qué el GPS me mete en una calle que acaba en escalera? ¿Por qué?

Andar 150 metros marcha atrás, sin espejos, con unos 10cm de margen a cada lado, es muy jodido. Casi puedo visualizar cómo tiro el GPS al suelo y lo pisoteo, pero no lo hago. Consigo salir, llegar a la autovía, y repostar en una gasolinera. No tiene cafetería, pero veo un cartel que me indica que hay una cerca. Cojo el camino y me mete por una carretera que dura como 10km, para terminar en un bar de mala muerte... ¡Cerrado! Vuelvo a la autovía, tengo el depósito lleno y no pienso parar hasta cambiar de provincia. Una hora y pico más tarde, en cuanto cambié de provincia, entré en una estación de servicio y por fin desayuné, casi a las 10 de la mañana.

En un plazo de 16 horas, he deseado matar a personas, destrozar el coche, dar patadas a las vallas, llorar, prender fuego al hotel y tirar una bomba atómica sobre una ciudad. Hay días que la comedia me provoca malos sentimientos.

3 comentarios:

Sergio dijo...

Tío, seguro que no actuaste en Murphy Village?

El texto es para descojonarse, pero me imagino que a tí no te haría ni puta gracia, jajajajaja.

Abraxos!

Toni dijo...

joe, que suerte tienes!!
asi cualquiera se hace comico.
que no tengo material.... vueltecita por el pueblo. ala ya tienes material pa otros 30min.jeje

cualquier dia te dan una leche, con tantas ganas de meterle cosas a la gente por el culo.
a la pava...... haberle dicho que lo que buscaba estaba delante, no detras.¿?

Mal bicho dijo...

Joder, pero a donde te fuiste????? Al desierto de Arizona????
Vaya puto dia.