martes, 22 de abril de 2008

Anecdotario

No voy a entrar en una enumeración interminable de momentos inolvidables, porque estas son las típicas cosas en las que "había que estar allí". Pero sí que me voy a permitir subir un par de fotos o tres. Hay dos que en concreto corresponden al momento en que mejor lo pasé en todo el viaje (quise ir con dos escandinavas a una sauna, pero al final me tuve que conformar con esto).

Con todo, creo que una noche de lujuria es algo relativamente fácil de lograr en estos tiempos. Pero compartir una noche de karaoke con Santa Claus borracho y de paisano, la niña de las Meninas de Velazquez en su etapa madura, un heavy de pueblo que en el fondo es un buenazo y un sarasa camuflado de "frrrrrriend", eso amigos no tiene precio.


¡Ojo! ¡Que estábamos cantando en suomi! "A há, a há" (Ojo al detalle, había un tenderete con bragas tendidas dentro del garito)


Aquí el amigo sarasa, tocándome el cogote. Terminó intentando besuquearme el cuello... a veces bendigo mi altura.

Y para terminar, una de esas casualidades de la vida. Mirad en qué calle estaba mi hotel...



Se conoce que allí saben como tratar a los que vienen de afuera, y les indican por dónde tienen que coger.

4 comentarios:

token386 dijo...

JA JA que buenas fotos tio, por cierto hablando de altura si te fijas en la ultima foto no solo tienes una calle a tu nombre, sino que tienes un medidor de altura donde dice que mides 3 metros y medio ... eres grande tio !!

saludos

Salomón dijo...

jaja!

Sí, pero yo creo que estaba trucao.

Pues justo donde estaba yo se mató un chaval hace poco. Se puso a hacer skate varias plantas más arriba y cayó por la barandilla. Hay gente que está mu loca, tío.

Anónimo dijo...

Joder, la verdad es que nos reimos una rato esa noche, eh!! jajaja
y tu ligaste con RIO (al final solo te toco la nuca...??)
jajaja
Jamás pense que me iba a reir tanto en Finlandia.

Un abrazo fuerte
Ramon

Salomón dijo...

Pues entre Rio y la rubia extraña del Menphis, me quedo con Rio, que se invitó a una ronda :o)

Vale, la otra tenía tetas, pero una cerveza es una cerveza...

Un abrazo!