domingo, 12 de septiembre de 2010

Actitudes y aptitudes

El jueves tuve la enorme suerte de volver por Mallorca, al Templo Buddha, que es un sitio genial.

La última vez que estuve por Mallorca ya tuve movidas en el aeropuerto, pero esta vez viajaba con Air Europa, por lo que se suponía que las ensaimadas que pensaba traerme de vuelta no iban a ser un problema, y de hecho no lo fueron.

Lo que sí me tocó las narices es que volví a comerme otra hora y pico de retraso en mi vuelo en Barajas. Lo de "comí" es literal, porque las empleé en comerme un bocata (a precio de solomillo, eso sí). Pero finalmente volé, llegué a Mallorca y además muy contento porque pude cambiar mi asiento por otro en la salida de emergencias, por lo que de nuevo evité la gangrena en las piernas.

Lo que yo no imaginaba era lo que me iba a pasar en la terminal. Tenía que coger un taxi hasta el hotel, así que me fui para la parada, y cuando llego, me doy cuenta de que hay una pasarela, flanqueada por barandillas metálicas, que obliga a formar una cola para coger los taxis. Me asomo por la cola, veo que no hay ABSOLUTAMENTE NADIE, paso por encima de la barandilla y un señor, que al parecer es el encargado de la cola (esto ya lo predijeron Faemino y Cansado), y me dice que tengo que "hacer la cola". Transcribo la conversación:

Encargado de la Cola (EC): ¡Tiene usted que hacer la cola!
Yo: No hay nadie en la cola
EC: Hay cinco personas

Me asomo, y en ese momento, empiezan a entrar por la pasarela unas cinco personas (ojo, esto está como a 50 metros de distancia). Me sonrío, le digo que vale, que muy bien, y me espero. Cuando pasan las cinco personas, vuelvo a pasar...

EC: Le he dicho que tiene que hacer la cola
Yo: A ver, no hay NADIE en la cola
EC: Si no te gusta, te puedes ir
Yo: ¿Pero para qué narices quieres que vaya hasta allí? ¡No hay nadie!
EC: ¿Quién está aquí? ¿Eh? ¿A quién a puesto AENA aquí? ¿A ti o a mí?
Yo: Afortunadamente a ti. Yo prefiero hacer otras cosas
EC: Pues ya sabes, si quieres pasar tienes que hacer la cola
Yo: ¿Quieres verme pasear? ¿Es eso? Bueno, pues voy a pasear para tí

Me doy media vuelta, camino junto a la pasarela VACÍA, me pongo al comienzo, espero unos segundos a que haya gente aproximándose (me gusta que haya público), y comienzo a gritar: ¡Ehhhhhhh! ¡Ehhhhhhhhh! ¡El de la colaaaaaaaa! ¡Mírameeeeee! ¡Soy el primero, tío! ¡Lo he conseguido! ¡Soy el primero! ¡Mírame como camino!

Mientras camino por la pasarela sigo gritando tanto como mis pulmones me lo permiten, y los taxistas, que estaban todos fuera de sus coches, en un grupito, se descojonan y algunos hasta me aplauden. Yo sigo gritando: ¡Estoy caminando para ti! ¿Me ves? ¿Ves como camino por la cola? ¿Eh?

Por fin llego a donde está el tipo este en cuestión, y de nuevo repetimos la escena:

Yo: ¿Qué? ¿Contento? ¿Te ha gustado? ¿Ya puedo pasar?
EC: ¡Coge ese!
Yo: Muchas gracias, pichita!!

Y me meto en el taxi. El taxista, acojonado, me dice "por favor, no lo pagues conmigo". Le explico que no estoy enfadado, que simplemente alucino con la tontería de tener que hacer una cola vacía, y ya está. El taxista me contó alguna otra anécdota, y comprendí que este señor debe aburrirse mucho en su trabajo, y seguramente hace esto por dar una pizquita de sal a su vida cotidiana.

El caso es que yo iba a hacer un monólogo. Pero si, por ejemplo, voy con prisas porque tengo un familiar en el hospital, o en un quirófano en ese instante, a lo mejor tengo que mandar a tomar por culo al tipo, y liar un pollo. Yo creo que está bien que haya gente que asegure un servicio de taxis ordenado, cuando hace falta, cuando hay aglomeraciones, pero hay veces que la gente lleva las normas al grado de estupidez.

En fin, yo decidí reírme de la situación, en vez de tener una bronca, pero como digo, un día alguien tendrá prisa de verdad, estará tenso y preocupado por algo, y se encontrará con el Señor de la Cola, que le obligará a hacer un paseo inútil, y se va a liar, te lo digo yo, se va a liar...

Mirad esta escena, es la que me vino a la mente :o)

lunes, 6 de septiembre de 2010

Héroes

Han condenado a Jesús Neira por ir conduciendo borracho por la M-40

Por lo visto dio más del triple de la tasa de alcohol permitida en sangre, pero él dice que no, que no iba bebido, y que el problema fue que había tomado pastillas. Me fastidia un poco que gente a la que se le presupone cierta inteligencia pretenda tratar a los demás como gilipollas.

En su día, este señor defendió a una mujer a la que estaban maltratando, y eso está muy bien. De no haber sido porque le golpearon brutalmente, no habría pasado de ser una buena acción más, como las que a menudo suceden por todo el mundo, pero eso no le resta mérito.

Pero la raza humana tiende a crear mitos, a crear héroes, y la combinación de su buena acción con su posterior calvario como consecuencia de los golpes, hicieron que se le encumbrara como símbolo a seguir.

El problema es que se etiquetó como héroe a una persona por una acción concreta, y en realidad, no se tuvo en cuenta a la persona en sí, sino una acción puntual. Se le nombró presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional contra la Violencia de Género, y se presupuso que estaba cualificado para ello, más por ser un símbolo social, que por otra cosa.

Pero poquito a poco vamos conociendo más a Jesús Neira. Cuantas más apariciones públicas hace, cuantas más declaraciones, más se va definiendo.

A día de hoy, para mí, Jesús Neira no es ningún héroe. Al menos no lo es más que muchas de las personas que en un momento dado han hecho lo que debían.

Por suerte, no mató a nadie con su borrachera, pero quiero pensar que habrá consecuencias, y que este señor dejará de presidir un cargo que le viene grande. Porque si su único aval es ser un símbolo, creo que se queda corto de crédito.