miércoles, 3 de octubre de 2007

Un poco de ópera

Lo cierto es que la ópera nunca ha sido una de mis pasiones, y salvo alguna que otra excepción, no suelo escucharla.

Pero hoy, me he topado con un vídeo de uno de esos concursos televisivos en los que se pretende buscar talentos entre la población. Suelen ser fórmulas que no comparto, porque entiendo que son más un producto televisivo que un producto musical. Aunque no dejo de reconocer que hay gente muy buena que ha conseguido vivir de esto gracias a dichos concursos. Total, para que canten los hijos de los cantantes (como si el talento fuera siempre hereditario), pues que cante el hijo de la del quinto. En este caso, el hijo de la cajera de super y el autobusero: Paul Potts.

En este vídeo, el tímido concursante dice que va a cantar ópera, mientras se dibuja una cara de escepticismo en los miembros del jurado, al más puro estilo "factor-x". Pero lo cierto es que el amigo consigue la aprobación del público en 10 segundos, y en menos de un minuto hace llorar a unos cuantos, incluida la maciza del jurado. A mí me ha emocionado bastante, la verdad.



Luego me ha dado por leer algo sobre este chico, y el pobre es un claro ejemplo de lo que se podría llamar "mala suerte". Creo que su vida hace incluso más espectacular su triunfo, del que me alegro sinceramente. Casi podría ser la versión musical de una película de Van Damme: Primero le inflan a ostias (en este caso la vida y unos cuantos coches), pero al final sale victorioso.

¡Enhorabuena, chaval!

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