domingo, 15 de junio de 2008

Graciosos

Ayer tuve una de esas actuaciones que no pasarán a la historia. Aunque a mí no se me olvidará a corto plazo. A largo plazo seguramente sí...

Hubo problemas de diversa índole, aunque tampoco es algo que me suponga un trauma, pero si hay algo que no soporto es a los maleducados. Ayer pude "disfrutar" de la compañía de unos cuantos.

Pude haber hecho muchas cosas: meterme con ellos, tratar de darles caña o algo por el estilo. No es difícil, es más sencillo ser un cabrón sarcástico que un buen cómico. Pero al final no lo hice. Y no lo hice porque estaba mosqueado con aquellos imbéciles. No tanto porque hablaran, ni porque hicieran ruido. Es la falta de respeto lo que me saca de quicio, las formas... Y si me cabreo, es más difícil que controle la lengua, y seguramente intentaría joder en vez de hacer reir. Total, que hice mi papel, me centré en las pocas personas que estaban atentas al tema, e ignoré al resto. Y cuando terminé, me fui.

Ahora me alegro, porque al mediocre no hay que darle cancha. Yo hice mi trabajo, y volveré a hacerlo. Él seguirá siendo un imbécil maleducado. Supongo que es justo.

Hay además ciertas personas a las que les estoy especialmente agradecido. Es bueno saber por dónde te vienen las puñaladas. Aunque no ofende quien quiere, sino quien puede. Y ayer ninguno de los que lo intentaron tuvieron esa capacidad.

¡A mamarla!

2 comentarios:

Danny Boy-Rivera dijo...

Creo que se a que local te refieres... Eso son cosas del programador. Creo que es el mismo chaval que lleva el circuito de la "Paramo". Que esperabas...?

Salomón dijo...

jajaja!

A este paso, cada vez que ese programador me llame, voy a preparar la ropa de camuflaje y un machete como el de Rambo.

Un abrazo!